La información, la desinformación, las correcciones, el ocultismo, el revanchismo, la lucha y las diferencias, todo, todo lo que nos rodea en estos momentos no es más que una amalgama de incertidumbre atolondrada.

Ya nos anuncian como esencial que el objetivo es crear la inmunidad de rebaño, que lo mejor sería contagiarse porque posiblemente el virus no tenga cura.

España tiene solo un 5% de personas inmunes, y el objetivo sería llegar al 60% como mínimo. Posiblemente, y como viene siendo lo habitual, se dará un giro.

Como buen rebaño, si ayer teníamos pánico al roce de las moscas, posiblemente antes de lo que imaginamos se nos dé vía libre. Europa ya piensa en abrir fronteras y generar turismo. Lo ocurrido genera un nuevo giro cada día, hay que adaptarse a lo que se va conociendo, pero, aun así, los nuevos datos nos dejan con la nueva incertidumbre de que ocurrirá ahora.

Cuál será ahora la orden al rebaño, salir a contagiarse, confinarse… lo curioso es que el gobierno comienza a lanzar globos sonda de lo que nos espera, ahora comienza a decir que España no tiene inmunidad de grupo, lo cual es necesario; ahora comienza a decir que los sanitarios son el grupo que mejor está, ya que son tantos los contagiados que si alcanzan la inmunidad.

La historia nos debe servir para aprender a vivir, pero no lo hacemos, luchar contra la naturaleza y su evolución tampoco es posible, y el final de la historia será que como ocurre siempre, a lo largo de los años se irá alcanzando esa inmunidad… después de todo Trump no estaba tan equivocado.

No podemos olvidarnos de los fallecidos, pero ni de los contabilizados ni los no contabilizados, ya que las personas siguen falleciendo por multitud de causas cada día. No podemos olvidarnos del dolor, los abusos, los atolondramientos, la felonía de quienes aprovechando lo ocurrido se han comportado de forma despótica. Y sobre todo, no podremos olvidarnos de las consecuencias económicas que todo esto dejará.

Lo complicado será que después del alarmismo, las denuncias y el pánico generado ahora hay que convencer a la ciudadanía que lo mejor es crear inmunidad de rebaño, lo cual no será complicado porque más que gobernantes a veces parece que tenemos pastores.