Se cumplen ochenta y cuatro años del fusilamiento de Federico García Lorca, el genio andaluz más polifacético y popular de todos los tiempos.
Cabe la posibilidad, y así lo creo fielmente, que de no haber existido la figura de don Miguel de Cervantes, al castellano se le conocería como "la lengua de Lorca".
Cabe recordar que desde su muerte, España al completo se ha preguntado dónde estarían los restos del poeta de Granada.
Muchas han sido las investigaciones que han tenido como objeto hallar y exhumar el cuerpo de Federico, pero ninguna de momento, ha dado sus frutos.
La historia de su muerte ha trascendido casi incluso más o al mismo nivel de que la de su vida o que su propia producción literaria.
El flamenco, la copla, el cine, la pintura, etc., siguen impregnados de un lorquismo latente que acaba saliendo a la luz cada cierto tiempo, puesto que parece como si llorar, recordar o pensar en Lorca fuese la expresión natural del andaluz y del español culto.
Yo, por mi parte, sigo buscándolo en mis versos y sigo soñando con que algún día, aparecerá no solo su cuerpo, si no que puede que por sorpresa, en algún archivo de Buenos Aires, algún material radiofónico en el que por fin, podamos oír por primera vez la voz de Lorca y recrearnos en su acento y su ritmo.
Mientras tanto, seguiremos recordando aquella madrugada del 18 al 19 de agosto de 1936, en la que algo tan doloroso como una guerra, nos arrebató al genio español más importante de todo el siglo XX y a uno de los más importantes de toda la historia de España.
MADRUGADA DEL 19 DE AGOSTO
Esta madrugada he despertado,
al compás de una bala que me llega,
y al cese de un latido enamorado,
de un andaluz claro y puro en sus maneras
Y abrí tu abanico de pecado,
y pude ver en tu suerte una quimera,
la del genio maldito fusilado,
que se reencarna en la luna y mil estrellas.
He visto tu rizos morenos encharcados
he visto tu sangre correr sobre la tierra,
y a un olivo llorar al verte desangrado
emanando poesía por la cabeza.
He visto a la Señora allá en lo alto,
blanca, creciente, triste y a la espera,
aquella que ríe si te buscamos,
pues sabe que tu alma está con ella.
Ya han pasado ochenta y cuatro años,
de aquel agosto y de aquella tragedia
la que nunca escribiste, la que te ha tocado
la que sintió tu cuerpo tu cuerpo y aún se recuerda
Granada aún solloza , España a ratos,
jamás perdonarán que se perdieran
¿quién sabe cuántas obras de teatro?
¿quién sabe cuántos miles de poemas ?
Federico García Lorca, hoy veneramos
tu poesía, teatro, tu prosa, tu esencia,
tus cartas, tu vida, tu muerte, tus pasos,
tu imagen , tu luna, tus sueños, tus penas...
¡Ay , quien pudiera viajar al pasado
y traerte a la vuelta !