Una charla – coloquio sobre la novela de José Joaquín García de Romeu “Siempre quiso ser travesti y llamarse Vianka” ha sido el último de los actos programados por el Ayuntamiento de El Puerto con motivo del Día Internacional del Orgullo LGTBIQ+, que se conmemora el 28 de junio, y que han desarrollado las áreas de Fiestas, que detenta David Calleja, Igualdad, que encabeza Carmen Lara, y Participación Ciudadana, al frente de la que se encuentra Javier Bello.

Con todo, hasta el 15 de julio se puede disfrutar en la ermita de Santa Clara de la exposición “Orgullo”, que muestra 13 cuadros y dos dibujos de Juan Carrero, integrante, junto a Enrique Naya, del afamado dúo artístico “Costus”, obra que rodeó a los asistentes a la reunión con García de Romeu.



El teniente de alcalde de Fiestas, David Calleja, destacó en su intervención que el Ayuntamiento de El Puerto ha celebrado este año el Orgullo con numerosos actos, de carácter abierto, que han incluido el arte, el patrimonio y las fiestas, recordando el éxito del encuentro organizado la noche del pasado sábado en la Plaza del Castillo. El edil indicó que su hermano, José Joaquín García Romeu, ha escrito una novela “muy interesante, que refleja, entre otros aspectos, los ataques al mundo gay”, un libro “que presenta un título espectacular y muy reivindicativo” y que constituye “un complemento perfecto para cerrar la Semana del Orgullo”.

José Joaquín García Romeu apuntó que su novela, ambientada en el verano de 1970 en España, muestra, en torno a Manuel Delgado Villegas, el arropiero, el mayor asesino en serie de la historia de nuestro país, una personalidad infeliz en el aspecto sexual con comportamientos homófobos. Romeu, quien comentó que los lectores de este trabajo,  editado por Apache Libros, le habían transmitido una sensación positiva, señaló la necesidad de seguir conmemorando el Día Internacional del Orgullo LGTBIQ+.

El escritor Ángel Mendoza apuntó en su presentación de García Romeu que celebraciones como la del Orgullo son necesarias porque visibilizan y sensibilizan, recordando cómo la legislación en nuestro país sobre la homosexualidad era muy distinta en la dictadura franquista, periodo en el que se ambienta la novela, a la existente en la actualidad.