
“Nuestra harina El Vaporcito siempre apoya la cultura, el deporte y el arte”.
Diane Keaton ha subido a los cielos hace apenas unos días y su familia ha pedido privacidad en estos duros momentos. Nació en Los Ángeles en 1946. Hija de un ingeniero y de una fotógrafa artística, no tardó en dejar la universidad con 19 años en pos de su vocación. Fue en Nueva York cuando comenzó su carrera artística con el grupo “The Roadrunners” y el musical Hair.
Pero fue la obra de teatro Play it Again, Sam (1969), escrita y protagonizada por Woody Allen que empezaba en Broadway, la que cambió su vida. Keaton dijo de Allen: «Era tan gracioso, tan rápido. No podía creer lo brillante que era con las palabras. Me hacía reír constantemente, pero también me intrigaba porque era muy reservado». El cineasta, por su parte, siempre habló maravillas de ella: «Diane tenía esta energía increíble, una especie de torpeza encantadora que era perfecta para la comedia, pero también una profundidad que la hacía real. No actuaba, simplemente era ella misma».
Diane Keaton es para el imaginario de muchos espectadores la compañera de Woody Allen en la época dorada del director neoyorquino, a principios de los años setenta, y continuó siendo su amiga después. Hizo con él ocho películas, que abajo menciono.
Fue una actriz de fuerte personalidad, un ejemplo para las mujeres, tanto por sus personajes, como por su manera de ser y vestir, con su singular elegancia, desacomplejada y con ropa holgada tipo camisa y pantalones anchos, corbata y algún tipo de sombrero.
Además de con Allen trabajó con Francis Ford Coppola, Warren Beattty, Alan Parker, Joel Schumacher, Robert de Niro o Paolo Sorrentino. Ella misma dirigió dos cintas: Héroes a la fuerza (1995) y Colgadas (2000).
Su trayectoria en el cine
Su primera película fue, Amantes y otros extraños, en 1970. Al poco, le llegó uno de sus grandes papeles en la trilogía de El Padrino, de Coppola, donde interpretó a Kay, la mujer de Michael Corleone.
Como actriz favorita de Woody Allen protagonizó Annie Hall (1977), con la que ganó el Oscar a Mejor Actriz, también un Globo de Oro y un Bafta. Participó igualmente en Sueños de un seductor (1972), El dormilón (1973), La última noche de Boris Grushenko (1975), Interiores (1978), Manhattan (1979), Días de radio (1987) o Misterioso asesinato en Manhattan (1993).
A principios de los ochenta, Keaton quiso alejarse de sus papeles con Allen y participó en Reds (1981), película dirigida por Warren Beatty –tendría un romance con él–, interpretando a una periodista y feminista de principios del siglo XX, trabajo que le valió ser nominada al Oscar.
Participó igualmente en comedias como El padre de la novia (1991) y su secuela de 1995, con Steve Martin; El club de las primeras esposas (1996), junto a Goldie Hawn y Bette Midler; Cuando menos te lo esperas (2003), junto a Jack Nicholson y Keanu Reeves, título que le reportó su segundo Globo de Oro; o Morning Glory (2010), junto a Harrison Ford.
A partir de 2000 hizo TV y alguna película graciosa que más abajo comento, como Book Club – Ahora Italia (2023), y otras.
Como actriz, ella misma declaró: «Nunca me consideré una gran actriz en el sentido técnico. Solo trato de ser lo más real posible, de encontrar algo en mí que conecte con el personaje (…) Me lanzo, trato de entender quién es esta persona en el momento, y dejo que las cosas fluyan. A veces funciona, a veces no».
En 2017, el AFI (American Film Institute) le concedió el premio por toda su carrera. Keaton deja dos hijos, Dexter y Duke, de 29 y 25 años, que adoptó y crio sola.
Con su talento, inteligencia y un estilo que rompió moldes, Keaton se convirtió en sinónimo de sofisticación y frescura. Descansa en paz nuestra querida Diane.
Refiero ahora algunas de sus películas, a modo de recuerdo y despedida. Sus trabajos y su presencia están con los aficionados al cine.
CAMPAMENTO DE VERANO (2024). La película es la historia de tres amigas de la infancia, Nora, Ginny y Mary, que solían pasar sus veranos juntas en un campamento. Años después, cuando se les presenta la oportunidad de reunirse nuevamente en un campamento de verano, deciden aprovechar la oportunidad para revivir viejas memorias y tener nuevas experiencias.
La película cuenta con un reparto estelar que incluye a una Diane Keaton tan mayor como sensacional, Kathy Bates, Alfre Woodard y Eugene Levy. Aunque estas actrices son conocidas por su talento, el guion no les ofrece suficiente material para lucirse y expresarlo, lo que resulta en actuaciones que, aunque estupendas, no logran elevar la película.
Es, sin más, una comedia orientada a los boomers, que reúne a un elenco de septuagenarias consumadas, en un espacio poco gracioso y previsible. La peli conmueve poco, a cambio es tranquilizadora y amable, lo cual es un valor.
Así que es una cinta que no hace efectiva la premisa del humor y con una trama poco elaborada. La falta de risas y que se ve venir, son puntos negativos.
Comedia, en fin, que no cumple con las expectativas. Una experiencia poco satisfactoria para muchos espectadores. Aunque tiene su encanto y puede ser vista como una película amigable, no es una comedia que vaya a destacar en el panorama cinematográfico. Pero ahí estaba nuestra Keaton.
ÁTICO SIN ASCENSOR (2014). Comedia simpática que elude la parte amarga que se puede intuir en una situación como la que narra el filme. Realizada de manera sencilla y franca, no deja de tener ribetes de la estupidez propia de nuestro tiempo.
Lo que sí evidencia es que hay que saber gestionar la vida, más aún cuando la vejez asoma, momento en el cual hay que ser selectivos con nuestras actividades y compensarlas en lo posible.
Pero todo cambio implica aspectos económicos, emocionales y morales que no son sencillos de conciliar, pues además, cualquier opción de futuro se relaciona con el pasado y el pasado sigue presidiendo la vida y tiñéndola de nostalgia, más aún cuando se trata de abandonar la vivienda de siempre por una nueva.
El director Richard Loncraine consigue dar la vuelta a un enorme drama para convertirlo en una simpática y digna comedia, que esconde a base de humor lo escabroso del cuento: la inevitable decadencia por la vejez, la costoso de subir las escaleras, la soledad –el perrito muerto-, la senectud asomando, la muerte en ciernes, etc. Pero en lo general, su tono jocoso hace adorable esta peli que no deja asomar la amargura.
El guion de Charlie Peters es meritorio por sus chispeantes diálogos que dan cuenta de la dificultad de los personajes de romper con su pasado, como cuando Freeman dice: “Cuando nos mudamos a Brooklyn nuestros amigos pensaron que nos estábamos yendo a Nebraska”.
Y es que, como refleja bien el libreto, el matrimonio feliz anhela el hogar sin gentrificar, al que se mudaron siendo jóvenes, zona barata de Manhattan, muy auténtica. Pero todo esto no sólo alude a las limitaciones que la edad impone, sino igualmente a una idea central de la obra, la de que el mundo se está convirtiendo en un lugar peor más inhabitable, más invivible.
En el reparto Morgan Freeman y y una estelar Diane Keaton despliegan carisma, bien-hacer actoral, credibilidad, simpatía y química; su tono jocoso e irónico, hacen adorable esta cinta.
Destacaría algunos aspectos principales. Por un lado la interpretación de Freeman, un actor todo terreno y una Keaton que cumple sobradamente, con solvencia y gracia; y ambos en plena sintonía.
No se profundiza demasiado en la vejez como etapa de la vida con sus rasgos y características, pero al menos se aborda la temática, si bien bajo el lenitivo prisma de lo chistoso.
Y por supuesto el filme muestra la realidad social de las irregulares componendas que utilizan los agentes inmobiliarios para vender caiga quien caiga.
CUANDO MENOS TE LO ESPERAS (2003). Dijo Dalí: "Muchas personas no cumplen los ochenta porque intentan durante demasiado tiempo quedarse en los cuarenta". Esta adorable comedia de Nancy Meyers siempre me recuerda a este dicho.
En la cinta, un solterón irredento, Harry Sanborn (Nicholson) sólo alterna con mujeres mucho más jóvenes que él, coche deportivo, copas, etc. El buen señor ha planeado una fiesta en la costa con Marin (Amanda Peet), una atractiva joven, en la casa de la madre de esta.
Pero hete aquí que tanto jolgorio a edad avanzada hace que Harry se infarte teniendo que ser atendido a regañadientes por Erica Barry (Keaton), la madre de la joven y escritora de fama. El resto es pura dinamia de buena onda y humor fino con un Jack Nicholson inconmensurable y una Keaton para quitarse el sombrero: mujer y actriz sensacional.
Excelente comedia sutil, sarcástica, entrañable y romántica. Comedia en estado puro que Meyers conduce por el mejor de los senderos ayudada por el estupendo trabajo de Keaton propuesta al Oscar y al golfillo Nicholson, que se autorreplica superándose con todo su repertorio en línea.
Película entretenida que a la vez sirve para pensar un poquito sobre la edad, también sobre el amor con la edad, igualmente para sentir ese íntimo regalo con que la vida nos obsequia a veces cuando cumplimos los años de una manera exitosa. Y que cuando no ha sido así, puede que quede otra oportunidad que no hay que dejar pasar.
MISTERIOSO ASESINATO EN MANHATTAN (1993). Estupenda comedia de intriga firmada por Woody Allen y protagonizada por Diane Keaton y el propio Allen, que mezcla suspense y humor.
La trama se desarrolla en Manhattan donde una vecina de apartamentos y ama de casa, Carol Lipton (Keaton), sospecha que su vecino Paul Hose (Jerry Adler), un hombre mayor, ha asesinado a su esposa, aunque la versión oficial es bien distinta.
El marido de Carol, Larry (Allen), critica la actitud de sospecha de su esposa y su loca idea, pero Carol insiste en investigar a su vecino con la ayuda de un amigo (Alan Alda), a quien ella le gusta. Larry, celoso y empujado por una seductora escritora (Anjelica Huston) se une sin mucho convencimiento a la investigación.
Magnífica comedia-thriller con la batuta de Allen y magníficas interpretaciones de todo el reparto, incluido el propio Allen, y de forma principal la Keaton. Una comedia que te hace reír, que te mantiene en vilo, con gags memorables, enérgica, con ritmo, desenfrenada e hilarante intriga.
A lo largo de la película se puede observar dos claras influencias. Por un lado la de Hitchcock en su film “La ventana indiscreta”, solo que en vez de Grace Kelly aquí la investigadora doméstica es Diane Keaton. Y en la escena final de disparos y espejos veo la clara influencia de Orson Welles y su película “La dama de Shangai” en su escena de truco de espejos donde la realidad se confunde con la ficción.
Claro que nada de esto desmerece la obra de Allen y al final, parafraseando lo que se dice al concluir la película, “lo que queda es Woody Allen en estado puro”.
MANHATTAN (1979). Película con un reparto sensacional, da gusto ver tan jóvenes a actrices como Diane Keaton, Mariel Hemingway o Mery Streep; y por supuesto al protagonista, ese ocurrente judío que es Allen, y a Michael Murphy o Wallace Shawn, todos treintañeros y solventes.
Aunque Allen abandona con esta conta cinta sus anteriores comedias delirantes, no obsta para que se sumerja en otro delirio, esta vez más de corte bergmaniano, más existencialista. También menos fresco que algunas de sus anteriores cintas y más sumido en sus ideas siempre ocurrentes y centelleantes sobre el amor, las relaciones sexuales, la literatura o la denostada intelectualidad.
Gran fotografía de Gordon Willis (B&N) de la Manhattan de entonces y una fantástica música del gran George Gershwin (Rapsodia en blue y otras), un libreto impecable de Allen y Marshall Brickman, creo que este último atempera un poco los alocados y vertiginosos diálogos del filme.
Y sobre todo una deliciosa obra sobre su querida Manhattan que convierte a la ciudad en un personaje más de la función, con Keaton en pantalla.
ANNIEL HALL (1977). Alvy Singer es un hombre en la cuarentena y bastante neurótico que trabaja como humorista en clubs por las noches. Ha roto su relación con Annie y piensa en su vida recordando sus romances, sus matrimonios, pero más que nada su vínculo con Annie. Finalmente concluye que son sus antojos y obcecaciones los que acaban por arruinar su relación con las féminas.
A la magistral dirección de Woody Allen se une un guion del propio Allen junto a Marshal Brickmaan, considerado como uno de los guiones más divertidos de la historia del cine. Maravillosa fotografía de Gordon Willis y gran música jazzística y melódica.
El reparto es otro de los valores de la obra con un sembrado Allen, Diane Keaton maravillosa a más no poder, Tony Roberts sensacional, Carol Kane estupenda, y Paul Simon, Shelley Duval o Christopher Walken, entre otros: todos geniales.
Una de las mejores películas de Allen, que fue también un éxito de taquilla. Unido a que consiguió 4 Oscar, que incluyó mejor película, guion, director y actriz (Keaton). No va más, sobre todo para Allen a quien sólo le faltó la estatuilla al mejor actor.
Tal vez un exceso de referencias a intelectuales, al psicoanálisis (comentarios descacharrantes), mucha alusión ingeniosa a la cultura y unos diálogos que no cesan, que tienen una exuberancia verbal antológica y que devienen floridos.
SUEÑOS DE UN SEDUCTOR (1972). Película fresca y desternillante que cuenta la historia de Allan Felix, un hombre poco agraciado físicamente y con escasos recursos para la interacción social, o sea, una especie de entrañable perdedor, amante del cine y obsesionado con las películas en las que trabaja Humphrey Bogart.
El director Herbert Ross, pone en imágenes con absoluta corrección el extraordinario guion de Allen, que parece filmarse solo. No la dirigió Allen porque dijo que entonces: "aún no sabía dirigir".
El guion de Allen está lleno de gags y de una sana nostalgia; está perfectamente escrito y tiene una factura técnica solvente. El resultado es ser una obra personal que define los temas, la manera, la forma de escribir y la enorme altura de un cineasta genial.
La música de Billy Goldenberg acompaña muy bien a la historia, música que bebe del jazz de Oscar Peterson y la ópera de Béle Bartok y su sinfonía para cuerdas número 5. Es muy buena la fotografía de Owen Roizman con sus tonos ocres.
En el reparto tenemos al Woody Allen que conocemos sobradamente, en una interpretación magistral. Diane Keaton hace un papel maravilloso y lleno de matices, gran delicadeza, amén de su belleza y encanto. Magnífico el amigo Tony Roberts, hombre absorto en sus asuntos, aunque también humano. Y Jerry Lacy es un Bogart impecable.
Es una película donde el cine, además de ser una arte de culto para Allen-Allan, es también en su visionado un espectáculo que se confunde con la realidad, tema por cierto recurrente en la obra de Allen. Esta película remite constantemente al mundo del cine, con homenajes a obras clásicas.
El tema de esta película es que el personaje padece el fenómeno confusional de soñar y fantasear, e incluso tiene delirios y alucinaciones, siempre en relación al arquetipo Bogart de Casablanca, con quien se confunde.
Para el final: otras películas
Hay otras películas en las que aparece la Keaton, sobre las cuales he escrito en estas páginas, como: Una cita en el parque (2017), que puedes ver cliqueando en Romances otoñales.
Películas en las que Keaton participa junto a otras colegas de generación, títulos como Book Club (2018) o Book Club – Ahora Italia (2023), que se encuentran en: Cuatro inolvidables actrices mayores.
O la peli: Sí, quiero… o no (2023), que la encuentras en Intromisión de los padres en los amores de los hijos.