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Hay muchas películas de santos/as adultos, pero hay pocas de jóvenes o niños/as santos, porque es difícil adquirir esta condición eclesiástica en el corto espacio de los primeros años de vida. Recuerdo algunos santos infantojuveniles como Santo Domingo Savio (1842-1857), Santa María Goretti (1890-1902) o San José Sánchez del Río (1913-1928).

Debido a esta escasez de santos infantiles, tampoco hay muchas películas sobre esta temática. Como vamos a entrar en la Semana Santa, con tanta devoción y entrega en nuestra cultura portuense y andaluza, he pensado que estaría bien hablar de algunas infancias santas de cine para estos días de cuaresma.

Me voy a referir en primer lugar al estreno: El cielo no puede esperar (2022), de J. M.ª Zabala, sobre el beato Acutis; y el clásico: La canción de Bernadette (1943), de H. King.

EL CIELO NO PUEDE ESPERAR (2022). Película biográfica sobre el beato Carlo Acutis, un estudiante italiano aficionado a la informática, conocido por documentar milagros eucarísticos alrededor del mundo y catalogarlos en un sitio web que creó antes de su muerte por leucemia a los 15 años. Acutis fue beatificado por la Iglesia Católica en 2020.

Desde entonces, la vida ejemplarizante de este adolescente «de andar por casa», entusiasta del saxofón, los videojuegos y los ordenadores o los móviles, se ha difundido con una fuerza imparable entre los jóvenes, hasta el punto de que su nombre sigue siendo hoy trending topic en Google y en las redes sociales.

Sabiendo que iba a morir, Acutis ofreció sus sufrimientos por la salvación de muchos. Y, según dicen, no solo su intercesión resultó decisiva para curar al niño brasileño Matheus de una mortal malformación congénita en el páncreas, cuyo milagro sirvió para que el Papa Francisco lo beatificase el 10 de octubre de 2020, sino que su poder intercesor sigue hoy más activo que nunca. No en vano se cuentan por centenares las gracias y favores obtenidos por su mediación.

En la cinta se ofrecen una decena de testimonios de enorme impacto. Jóvenes y no tan jóvenes, que han dado un vuelco a sus vidas por intercesión del Acutis. La película recorre también los hitos biográficos del propio beato, en parte recreados mediante escenas de ficción en las que interviene un actor que guarda gran parecido físico con Carlo.

Sobre su director

Dirigida por José María Zavala (Amanece en Calcuta), Zabala es un periodista que ha ocupado puestos importantes en la prensa española (La RazónEl MundoExpansiónIntereconomía Televisión, etc.). Es escritor, director de cine y miembro de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España.

Después de más de treinta años en los medios de comunicación su vida pasó por una «conversión tumbativa» por intercesión del Padre Pío, de quien dijo ser hijo espiritual. La conversión tumbativa es una experiencia inmediata producida por la acción de Dios, que transforma la esfera de las creencias de una forma cardinal. Así le pasó a Santo Tomás o a San Pablo camino de Damasco.

La conversión («experiencias cumbre»): qué dice la Psicología

Las aportaciones de la psicología transpersonal hablan de momentos de extraordinaria armonía y paz interior. Sentimientos que la Psicología Humanista, el estadounidense Abraham Maslow, calificó de experiencias portentosas: «experiencias cumbre» o «vivencias cúspide».

«La experiencia de Dios y la supervivencia después de la muerte» (2014), fue el último título de mi colega y amigo, el profesor José Lorenzo. Según Lorenzo: «estas vivencias cúspide son tan naturales y universales como pensar o hablar; son la llave del reino transcendente y el secreto de cómo llegar a la prueba de la realidad de Dios y de la supervivencia eterna de la mente».

También, el prestigioso profesor Dr. José Vázquez escribió que son: «experiencias típicamente humanas provenientes del inconsciente colectivo, pudiendo exteriorizarse en conductas espirituales».

De estas concepciones y realidades psíquicas surgen las ideas del berlinés Eduard Spranger y de otros reconocidos autores como Williams James o C. G. Jung, que conjugan aspectos trascendentes de la experiencia humana y la investigación de la psicológica empírica. Esta película sirve como prueba de muchas afirmaciones de esta Psicología.

Por si alguien está interesado, ya hablé de “experiencias cumbre” en las entregas: “Tiempo de espiritualidad”, “Experiencia cumbre y conversión”; y “Tierra Santa”.

El documento en si

El documental ofrece testimonios impactantes de jóvenes y no tan jóvenes, cuyas vidas dieron un vuelco por intercesión de Carlo Acutis, convertido así en un verdadero ángel para ellos.

Uno de estos jóvenes pasó de un estado de desesperación a volver a nacer después de encomendarse con singular fervor al beato. Ahora ofrece su testimonio por primera vez.

También lo hacen Antonia Salzano, madre de Acutis (que ha estado presente en varias ciudades de España durante el estreno), o José Luis, enfermo de covid-19, que permaneció dos meses en coma y despertó ante la estupefacción de los médicos, tras un inolvidable sueño con Acutis.

El filme hace un recorrido por los hitos biográficos del propio beato, en parte recreados mediante escenas de ficción en las que interviene un actor que guarda un gran parecido físico con Carlo. Todo ello, junto con documentos e imágenes inéditas del protagonista que ilustran, por ejemplo, su vida familiar, la relación privilegiada con san Pío de Pietrelcina. El filme ha sido rodado entre Madrid y la ciudad de Asís en Italia.

Producida por los hermanos Borja e Inés Zavala, jóvenes de 21 y 20 años respectivamente, el equipo de la película ha estado liderado por el realizador J. M.ª Zavala, quien se ha rodeado de destacados profesionales del cine español, como el montador Rod Reego, formado en Los Angeles, o el director de fotografía Miguel Gilaberte, que ha trabajado anteriormente en otras producciones como Es por tu bien (2017), de C. Theron y con directores de renombre internacional como Pedro Almodóvar o Alejandro Amenábar.

La música de la película corre a cargo de Luis Mas y es también autor de la canción oficial de igual título que el filme, interpretada por el propio Mas, y que se ha convertido en todo un hit, al haber superado el medio millón de visualizaciones en apenas un mes desde su publicación en YouTube.

El director J. M.ª. Zavala ha explicado que su quinto filme «va a ser una revolución entre los jóvenes y no tan jóvenes del mundo entero». Y ha añadido: «Es una película que no va a dejar un momento de respiro a los espectadores por la enorme carga emotiva y esperanzadora que representa la figura de Carlo Acutis, un joven excepcional, pero al mismo tiempo normal, donde otros muchos jóvenes como él pueden verse reflejados como en un espejo».

Filme documental que da lo que promete, recomendado sobre todo para un público creyente o en buena disposición.

Publicado en revista ENCADENADOS.

 

LA CANCIÓN DE BERNADETTE (1943). Cuenta la película la historia de Santa Marie Bernard (Bernadette) Soubirous (Jones), nacida en 1844 en el pueblo de Lourdes (Francia). Ella era la mayor de varios hermanos y sus padres eran muy humildes, lo cual que la familia pasó grandes carencias y dificultades.

Desde chica, Bernardita tuvo una frágil salud por carencias alimenticias, también por el estado misérrimo de la habitación donde moraba. En los primeros años padeció el cólera, que la dejó muy debilitada; y posteriormente, a causa de un clima extremadamente frío en invierno, la niña adquirió la enfermedad del asma desde los diez años.

El misterio de la aparición de la Virgen en Lourdes (Francia) se produce en 1858, cuando a la frágil Bernadette se le aparece la Señora vestida de blanco (Darnell). Desde entonces cambia sustancialmente la vida del pueblo de Massadiel, donde surge un manantial cuyas aguas curan a los enfermos que peregrinan hasta allí. Estos hechos serían exhaustivamente investigados por la Iglesia, los médicos y toda suerte de expertos.

Para Bernadette, los encuentros con la Virgen, a la que sólo ella puede ver, encuentra la oposición de sus familiares (en principio) y entre las autoridades religiosas; encuentra más reprimendas y oposición que beneplácito por cuanto sucede alrededor de este hecho, lo cual le produce una “extraña” felicidad. Pero la Señora la ha advertido: “No puedo prometer hacerte feliz en este mundo. Solo en el otro”.

Bernadette convence con su sencillez, sus breves argumentos y la coherencia que se mantiene en los numerosos juicios y evaluaciones médicas y religiosas. A lo que se suman hechos milagrosos que comienzan a sucederse desde que brota agua del manantial que la Virgen le mando abrir.

Escrito el libreto por George Seaton, basado en la novela de Franz Werfel: "Das Lied von Bernadette", 1941 (fue el libro más vendido en la lista de Bestseller del New York Times), es éste un filme muy bellamente realizado por Henry King, que cuida, cada plano de la cinta, junto a  la hermosa fotografía de un genial Arthur C. Miller (B&N), la música envolvente de Alfred Newman y una ambientación impecable.

Es muy importante el reparto, con una Jennifer Jones en su primer papel como protagonista, dulce y maravillosa, que ganaría el Oscar a mejor actriz. La Jones borda el papel, y con sus primerísimos planos se convierte en una auténtica Bernadette; se mete de lleno en el personaje, hasta lo más profundo (puedo recordar la escena en que ella ve por vez primera vez a "La Señora" en la gruta de Massabielle).

Linda Darnell fue quien hizo el singular rol de la virgen y acompañaron William Eythe, Vincent Price (joven y apuesto) o Gladys Cooper.

Una excelente película que aporta al espectador un hecho nada desdeñable: Hay un lugar para el cine de connotaciones religiosas (incluso aunque dichas connotaciones tengan un sabor proselitista), porque siempre hay espacio para el cine bien hecho.