David Calleja, concejal de Fiestas del Ayuntamiento de El Puerto de Santa María.

David Calleja (Tribuna libre).- El alma del andaluz espera con gran ilusión cada una de las fiestas que van conformando nuestro calendario. Gracias a ellas, cambiamos nuestra monotonía, incorporamos otras costumbres a nuestra gastronomía e incluso a nuestro modo de vestir. De los productos navideños pasamos a los ostiones y las tortillas de camarones y de ahí a las torrijas, hasta llegar a esa manera de vivir que es la Feria, en la que una pequeña ciudad efímera marca durante una semana un antes y un después en nuestras relaciones personales.

La Feria es, sin duda, una de nuestras fiestas mayores y, por segundo año, la pandemia nos impedirá celebrarla al uso; aun así, el espíritu, el tiempo, el ambiente, nos llama a escuchar sevillanas, a beber un fino o un rebujito y a pensar en tortillas, pimientos, pescaíto y, sobre todo, convivir con nuestros socios y amigos de peñas y casetas.



El traje de flamenca, los lunares, los farolillos, un sombrero de ala ancha, un clavel, una chaqueta, el albero, el día, la noche, el atardecer, envuelven una añoranza a la espera de poder disfrutar de una gran Feria el próximo año.

Este fin de semana, comercios y hostelería harán un guiño a ese espíritu. Quiero desde aquí agradecer a los portuenses su implicación, su cariño a cualquier propuesta, aunque esté mermada por las circunstancias. Gracias por hacerme partícipe, por enseñarme vuestros establecimientos, por ayudarme a que nuestra ciudad no pierda sus costumbres.

Cada fiesta que pasa va dejando un halo de nostalgia por lo que pudo haber sido y no fue, por tantos sueños guardados, por tantas ilusiones y trabajos, proyectos que quedan a la espera de una nueva primavera.

Con el deseo, el cariño y la esperanza de que pronto volvamos a sonreír bajo un sol de bandera, con los zapatos llenos de albero, os invito a brindar con una copa de fino o rebujito en nuestros bares, nuestras casas, a bailar una sevillana con las personas queridas y a soñar con que el año que viene tendremos una de las mejores ferias de todos los tiempos.

Es un modo de vida, es parte de nuestras raíces, es el escenario perfecto para estar con los amigos y sin duda uno de los mayores atractivos de nuestra ciudad. Os invito, de una manera u otra, a vivir la Feria.