Mar Vázquez Parra (Tribuna libre).- Muchos son los expertos, los que llevan años estudiando y formándose en diferentes materias y no los que de forma osada creen que sentencian por las redes sociales, que afirman que la crisis que se originaba anteriormente a la pandemia era consecuencia de la escasez de valores que existía en la sociedad actual. Es decir, que existía y existe una crisis de valores que ha supuesto una desestabilización en el resto de ámbitos ya sea económico, político o social.

Es por todo ello que, las personas con valores, las buenas personas que hacen el bien independientemente de sus creencias, valen su peso en oro. Me explicaba un buen cofrade de la ciudad días antes de confirmarme que lo importante en esta vida era ser buena persona, que había cristianos de misa diaria que debían de estar encerrados entre barrotes y otras personas que sin asistir a eucaristía dominical eran referencia importante entre las personas que la rodeaban por sus diferentes valores.De ahí que en los días que corren las personas que se aventuran a prosperar, en el sentido que sea en cada caso, son dignas de admiración.

Hoy, Sábado de Pasión, desde uno de los barrios más humildes de la ciudad, Las Nieves, se sigue trabajando por el sueño de muchas personas que son coherentes con los tiempos que corren. La Agrupación del Beso de Judas, como se la conoce, está formada por un número sustancial de asociados que más de una de las Hermandades de solera de la ciudad quisiera.

Dicho grupo humano, sin pertenecer aún a la Iglesia, ha permanecido los segundos sábados de cada mes a las puertas de varios comercios locales recogiendo alimentos y productos de primera necesidad para posteriormente hacer entrega entre las puertas de Cáritas Parroquial de San Joaquín, del convento portuense del Espíritu Santo y de los hogares de muchos vecinos de este barrio que durante este año tan catastrófico han visto como sus familias pasaban necesidades extremas.

Pero además de seguir con esta labor en la actualidad, algo que les honra y les hace verdaderos evangelizadores en el día a día, hay un proyecto en concreto que le suma un valor especial a dicha agrupación. En el mismo barrio, en unas dependencias municipales que están abandonadas, están soñando con reformar y construir un comedor social para ampliar así la cobertura que ofrece la ciudad en este aspecto, y tener una razón existencial basada en un puntal fundamental en la vida de un cristiano, la caridad.

Y con semejante ejemplo, ¿quién es capaz de tirar una piedra sobre la gente de Las Nieves? Sus proyectos son un sueño pero no crean que están dormidos, están muy despiertos atendiendo las necesidades de un barrio que, gracias a ellos, ha visto como el mismo ejemplo de Jesucristo ha ido llamando a cada puerta en tiempos en los que estaban solos.

Pero de la misma forma que los sueños nacen, en ocasiones también se desvanecen. Y es que, cuando Jesucristo solo es un pretexto y no el centro de la existencia, las intenciones de unos pocos caen en saco roto por muy buenas que éstas sean. Y ese es el caso de la Agrupación del Soberano Poder, el cual durante la pandemia y hasta su disolución llegó a entregar más de 500 kg de alimentos que fueron repartidos entre el convento del Espíritu Santo y la Asociación de Amigos Portuenses Solidarios.

Hoy, que sería un día importante en San Sebastián, hay muchos corazones que, independientemente de la postura que tomaran en su día, están recordando épocas mejores donde su titular era el centro. Lástima que hoy ellos estén lamentándose por lo que pude ser y no fue, pero lo cierto es que el Señor tiene caminos inescrutables y por eso todos estamos en manos de la Divina Providencia.

En consecuencia, hoy Sábado de Pasión, El Puerto tiene “en la calle” el ejemplo fidedigno de que los cofrades, sean de hermandades, agrupaciones o grupos de oración en torno a una imagen, son personas comprometidas con la sociedad actual, que van con los tiempos y sus necesidades y que no solo piensan en sacar un paso a la calle para “jugar a los muñecos”. Ciertamente piensan en engrandecer sus cortejos de forma material y humana, pero el resto del año sueñan despiertos por y para El Puerto para engrandecer los valores que un hombre dejó en herencia y que se llama Jesucristo. Ese es el auténtico sentido de un cofrade, crea usted o no en Dios.