En estos días se han puesto de moda las Fake news, un término desconocido para nosotros, pero del que sabemos más de lo que pensamos.

Las noticias falsas no son novedad, los bulos tampoco, pero la nueva denominación me resulta falsa, sobre todo cuando en nuestro idioma tenemos un término que contempla perfectamente lo que es un bulo o una noticia falsa, y a eso, de toda la vida de dios le hemos denominado PAPARRUCHA.

Estoy convencido de que más de uno se ha dirigido al Google, o al buscador, para encontrar si el término existe realmente y que significa, pero verán como llevo razón.

Paparruchas siempre se han dicho, ayer, mañana y siempre. Sin embargo, aunque las paparruchas nunca fueron peligrosas, sí que lo son cuando las personas, sin maldad, le dan credibilidad.

Quien lanza el bulo parte de la maldad y su intención es hacer daño, desinformar, arrimar el ascua a su sardina, o simplemente divertirse. Quien la recibe puede adoptar dos posturas, hacer un gesto y decir paparruchas, o bien caer en la duda o en la certeza de que lo que le dicen tiene sentido. La gravedad de la situación puede hacer que estas paparruchas sean peor de lo que pensamos.

El miedo generado por alarmistas, el pleno convencimiento de que todo lo oficial es mentira, o la irracionalidad de situaciones político sociales que nos trasladan a otro tiempo tienen su peligro. Generan incertidumbre, incitan a sacar conclusiones, y aportan un estado de ansiedad en algunas personas que son del todo irracionales.

Podemos estar o no estar de acuerdo, podrá existir un peligro de que nuestro modo de vida cambie, quizás sea cierto que hay personas conjurando para generar miedo y cambiarlo todo, y sin embargo, el presente es el que es y que mas podemos hacer. Las paparruchas son peligrosas, y a veces, muchas veces, pueden venir incluso de quienes menos esperamos.

Muchas veces, mas de las que pensamos, generar incertidumbre beneficia a quienes menos pensamos, hace mártires a quienes martirizan, victimizan a quien no es víctima. Muchas veces una paparrucha no es un bulo, es un globo sonda o un empujón para quien aún no ha saltado.