EL PUERTO.- Lo hizo Shakespeare con Hamlet, y lo supo hacer Muñoz Seca con don Mendo: desde la ficción y ante sus flagrantes responsables, el poeta se las arregla para recrear en la realidad la traición de que ha sido víctima. ¿Quién no quisiera con esta acción metaliteraria del lenguaje destapar, como Hamlet y don Mendo, las traiciones padecidas?

Y si en broma o en serio, lo queramos o no, hablamos y escribimos sobre lo que nos duele, suele no pocas veces el humor inteligente de Muñoz Seca retratar las maldades más esquivas -aquellas que se camuflan en una perfecta naturalidad- a que no llegan los análisis más graves.

Más allá de sus históricas extravagancias humorísticas excelsamente rimadas, en el retrato de la España de don Mendo, vemos -en nuestra esencial condición humana- esta España actual.

Y a esto ayuda, sin lugar a dudas, la naturalidad interpretativa de los actores que componen la Compañía Bendito Cariñena, alguno de los cuales, además de adaptadores de «La venganza de don Mendo», son herederos del mismo Pedro Muñoz Seca. De la dirección se encarga Canel Cárdenas.

Antes de comenzar la obra, y a modo de introducción de la misma, uno de los descendientes del ilustre comediógrafo portuense, Santiago Cardelús y Muñoz-Seca ha destacado cómo la Compañía Bendito Cariñena, luego de estrenarse este 4 de agosto en el Corral de Comedias de Almagro, tenía por principal objetivo El Puerto de Santa María, «por ser cuna de su abuelo…». Pues bien, no cabe duda de que, con un aforo completo, la adhesión de un público enfervorecido y, sobre todo, la simpática y destacable labor de los actores, han cumplido su objetivo de manera óptima.