Sofía González.- Aquellos maravillosos años en los que todo era futuro, en los que no importaba el color del día, ni la temperatura de la noche para divertirnos. Aquellos maravillosos años, en los que nuestra máxima preocupación era aprobar un examen. Aquellos maravillosos años en los que nacieron las canciones de nuestra vida. En los que sin darnos cuenta nos estábamos haciendo a nosotros mismos, marcando un camino invisible por el que tendríamos que seguir andando, recogiendo y soltando lastre a cada paso…

Cómo explicarles ahora a los que por su edad, en este círculo cerrado que es la vida, están viviendo lo que en el futuro ellos también recordarán como “Aquellos maravillosos años”, que no los desperdicien, que abran su memoria para guardarlo todo, y así volver a vivirlo cuando lo recuerden.

Cómo explicarles, que aunque su vida parezca distinta a la nuestra casi todo se repite, de una manera diferente quizás, pero todo vuelve a vivirse viéndolos a ellos equivocarse como lo hicimos nosotros. Sintiéndolos llorar por lo mismo que un día hace muchos años también lloramos nosotros y viéndolos sentir lo mismo que sentimos nosotros.

Cómo explicarles, que yo también he llorado por suspender un examen, que yo también me he callado cuando quería gritarle a alguien, que yo también he conocido trepas que se han aprovechado de mi buena voluntad para luego usurpar un lugar que me pertenecía.

Cómo explicarles, que la seguridad que a veces intuyen en mí no es más que el resultado de pasar mucho miedo en muchas ocasiones, y lo difícil que es darte cuenta de que en muchos momentos el miedo se transforma en tu aliado aunque sea disimulando que lo sientes…

Cómo explicarles que mirándolos a ellos me veo a mí misma en sus ojos, en sus actos, en sus errores y en sus diversiones.

Cómo podría explicarles que lo que ven cuando me miran no es más que el resultado de aquellos maravillosos años.