El Consejo de Administración de Impulsa El Puerto ha acordado este miércoles, como ya avanzó este medio, la contratación del bufete Cosano para defender a la empresa municipal y al Ayuntamiento portuense de la demanda por 16.6 millones por las presuntas irregularidades cometidas que llevaron al bloqueo definitivo del proyecto de los parkings subterráneos de Pozos Dulces y Plaza de Toros.
Igualmente, se ha decidido solicitar que la causa se traslade a los juzgados de El Puerto de Santa María, al estar actualmente la demanda interpuesta en los juzgados de primera instancia de Madrid.
La extensa demanda recoge cronológicamente los hechos desde el mandato de Enrique Moresco (PP) en 2008 como precursor del proyecto, los retrasos de Alfonso Candón (PP) en 2014-2015, el presunto “boicot” de David de la Encina (PSOE) y el tripartito al proyecto como presunto artífice de la destrucción final del proyecto (tanto en la oposición como en el gobierno entre 2015 y 2019), y la incautación del aval en 2022 por parte del actual alcalde Germán Beardo (PP) -una vez caducó la licencia de obras- para restituir Pozos Dulces tras no encontrarse ninguna otra solución viable ni inversor interesado.
En concreto, la demanda interpuesta el pasado 2 de noviembre apunta directamente a la campaña política en 2015 de PSOE, Levantemos El Puerto e Izquierda Unida, así como a la posterior gestión del gobierno del tripartito, por su “incumplimiento rebelde” y “verdadero, total, absoluto, definitivo, grave, esencial, culpable, deliberado, pertinaz, continuado, duradero, inequívoco e injustificado”, durante el mandato de David de la Encina como alcalde, y con el actual candidato de Unión Portuense, Javier Botella, como socio de gobierno con Levantemos El Puerto en aquel entonces. [De la Encina, el "No a los Parkings" y el nuevo "mantra" del PSOE con Pozos Dulces]
La demanda judicial consta de casi 90 páginas y 83 documentos anexos que fundamentan pormenorizadamente todos los presuntos incumplimientos legales durante el mandato de David de la Encina que motivaron la paralización de los expedientes municipales en procesos administrativos y la supuesta falta de gestión de los órganos de gobierno de empresas públicas, por motivos aparentemente únicamente políticos.