EL PUERTO.- La Policía Nacional comenzó este domingo a patrullar las calles de El Puerto de Santa María tras entrar en vigor las medidas del Estado de Alarma decretadas por el Gobierno de España para frenar la expansión del coronavirus en el país.
Varios vehículos de la Policía Nacional circulan noche y día por las vacías calles portuenses informando con una megafonía a los pocos transeúntes que se encuentran en la vía pública (principalmente en la zona costera) de la prohibición de circular por la calle ante la alerta sanitaria actual.
Aunque, por lo general, la población portuense está acatando con disciplina el confinamiento, hay aún pequeños grupos de personas en las playas o circulando por la ciudad –más allá de salir a hacer la compra o por temas médicos–, así como algunos bares abiertos que fueron cerrados y avisados de posible sanción si reinciden.
Hay que recordar que las sanciones por circular en la vía pública, tanto viandantes como conductores, van desde los 100 euros a una pena de prisión de un año si se “resistiere o desobedeciere gravemente a las autoridades o sus agentes en el ejercicio de sus funciones”.
Domingo de confinamiento en El Puerto
Hasta el momento, en El Puerto de Santa María no ha habido ninguna sanción al respecto, pero sí se informa de varios cierres de bares y de desalojos de grupos reducidos de personas en varias playas.
A partir de este lunes las cosas cambiarán, ya que la Policía Nacional dejará de simplemente advertir y comenzará a sancionar a todo aquel que incumpla con las medidas preventivas impuestas por el Estado de Alarma.
En este contexto, las autoridades hacen un llamamiento a que toda la ciudadanía portuense se mantenga confinada en sus viviendas el máximo tiempo posible. Recuerdan: Ni salir a hacer deporte, ni a pasear. Tampoco visitas.
El uso de las calles, de las vías públicas, está reservado para desplazamientos esenciales. Quienes salgan a correr, por ejemplo, se enfrentan a multas conforme a la Ley de Seguridad Ciudadana de 2015, que contempla multas de entre 100 y 30.000 euros. Y en caso de tener que sacar a la mascota, deberá hacerlo en un paseo corto, atado, por la zona, en solitario y sin pararse a charlar. Y por su puesto, limpiando sus necesidades como corresponde.