Cuando en aquel lugar en el que vives existen tradiciones, uno puede llegar a sentirse sin derecho a dar su opinión, al fin y al cabo, nadie me invitó a trasladarme a España, y decidir voluntariamente a fijar mi residencia en esta ciudad. Desde esta perspectiva, asumo mi estancia aceptando las costumbres, las tradiciones, sus fiestas y sus eventos.

Con la fiesta de los Toros me ocurre algo extraño. No la entiendo, no la comparto y jamás he ido, ni iré, a ese tipo de espectáculo. Por supuesto conozco a muchas personas de mi entorno, que ya forman parte de mi vida, que disfrutan asistiendo a dichos eventos, y suelo estar presente en tertulias en donde se alaba y se comenta lo que alguna de las que denominan figuras del torea, ha hecho en la plaza.



A mi entender es algo como la cacería, algo que sí me apasiona, y que hace años que no practico por no tener aquí contactos con quien poder ir a cazar, aun no descartando volver a esa práctica cuando surja la ocasión. Desde este pensamiento, no me atrae el festejo taurino, no me agrada, y pienso que con el tiempo desaparecerá, como otras muchas cosas que socialmente eran aceptadas, y normales en otros tiempos. Sin embargo, me disgusta igualmente humanizar en exceso a un animal, hasta el punto de considerar asesino a quien ejecuta la acción y quien la aplaude, aun menos puedo comprender que una persona desee la muerte de un ser humano, alegrándose, si se produce, a manos de un animal.

Quizás estemos perdiendo el punto de vista lógico, y sin ceder a mi postura, sobre ver ese tipo de espectáculos, a lo cual me niego, me niego igualmente a demonizar unas costumbres que veo arraigadas en la cultura y sentir de esta sociedad. Puede que el ser humano haya perdido la capacidad para empatizar, y en determinados momentos sobredimensione la visión sobre el bien y el mal, en un ridículo papel más propio de Dioses que de humanos defendiendo su postura.

Cuando me dicen que además que 7 de julio es un día muy taurino, e investigo, me doy cuenta de que los adeptos a estas prácticas no son solo cuatro personas, es algo más grande, aun así, prefiero eludir este espectáculo, con respeto.