No vivo en una zona de excelencia urbanística, mi entorno no está plagado de comercios, ni de árboles, cerca, muy cerca, tengo unos contenedores de basura, y algunas de las aceras de alrededor, están rotas, algunas veces incluso esquivo excrementos de perros, como en cualquier otro lugar de esta enorme ciudad.

Vecinos no tengo ni muchos ni pocos, y algunas de las casas que me rodean están vacías, pero me encanta, es el centro, vivo en el centro, y me siento orgulloso de mis aceras, mis incomodidades, mis desconchones,  porque vivo aquí.

Me hace gracia como gente que solo pisa el centro cuando hay algún evento, critica lo que ni conoce, ni vive, ni siente. Claro que hay casas abandonadas, como en todos lados, y todas tienen propietarios. Claro que hay viviendas con desconchones, pero quienes las habitan, en los tiempos que corren, bastante dignas las tienen, y solo faltaría que fuera el ayuntamiento el que se las arreglase o los multara para que lo hicieran. También hay aceras con desperfectos, como en las barriadas, como en la avenida, como en costa oeste, como en Valdelagrana.



Los comercios, tengo los justos y necesarios, y claro que me gustaría mayor  numero de ellos abiertos, pero para eso, todos los que se llenan la boca criticando, deberían venirse a vivir a la ciudad, abandonar el campito o las afueras, y habitar esto para que fuera rentable abrir un negocio, al que hoy por hoy, solo acuden los que aquí vivimos y los turistas.

Cansa, y mucho las fotos con desconchones, seguramente tomada por quienes de seguro tienen mayor suciedad debajo de sus camas. Cansa y mucho, la critica despiadada al lugar en donde vivo, que no es ni Sarajevo en guerra ni las carrales.

Vivo en la ciudad, con sus virtudes y defectos, agradezco todo lo que se haga por mejorarla, agradezco las fotos de sus rincones, y me duele, en el alma, las críticas despiadadas de quienes solo saben escupir sobre el lugar en donde vivo. Todo es mejorable, todo podría estar mejor, pero también todas las siglas y colores han pasado por aquí, algunos miraban para otro lado, otros hacían lo que podían, y otros vendían humo.

Yo, por lo que a mí respecta, vivo, del verbo vivir, en presente, y me siento muy orgulloso del lugar donde vivo, del lugar por el que paseo, y puedo asegurar que hay mucho mas por lo que pasear que por lo que criticar.