Nunca me interesó el futbol, ni masculino ni femenino. No tenía ni idea de que aparte del mundial de futbol, que, si sé que se celebra cada cuatro años, había un mundial de fútbol femenino. Tampoco sabía que la selección femenina había ganado el mundial, pero sí que veo los telediarios.

A estas alturas, nadie hablaría de que la selección femenina de fútbol había ganado el mundial, pocos, muy pocos, incluso los aficionados al futbol seguirían hablando de ellos, pero en un país como el que tenemos, tenemos mundial hasta en la sopa, y no porque unas mujeres hayan ganado un mundial, lo cual tendría cierta lógica, sino porque la nueva moral quiere hablar de ello.

Rubiales, de quien en mi vida había oído hablar, no me merece respeto alguno, alguien que compartiendo palco con la reina se levanta y, saltando como un simio, se toca los huevos merece muchísimos reproches. Partiendo de ahí, lo mejor que ha hecho ha sido darle un pico a una jugadora, porque ahora toda España habla del mundial.



El circo que se han montado entre todos solo les deja beneficios. Son actual tendencia de prensa, ocupan portadas, y, por supuesto, han conseguido que todo el mundo, de forma indirecta hablen de algo tan… tan… bueno no sé cómo definirlo, un mundial  de futbol que no interesa ni a los aficionados.

No creo que nadie, ni por alimentar sus apetitos sexuales o de humillación, le dé un pico a otra persona sin venir a cuento. Ahora queda el consentimiento, la confusión de intenciones, o el porqué, algo que realmente solo les importa a los protagonistas, de todas solo a ella, y de todos solo ella se tomo la confianza de levantar al presidente de la federación.

Por supuesto que dar un pico a alguien sin consentimiento es deleznable, pero que sea un asunto de estado en donde hasta el presidente del gobierno tome cartas, es algo más que ridículo.

En España, todo vale para alcanzar objetivos, sacar las cosas de contexto es el deporte nacional, ver las fotos incompletas, lo mejor que sabe hacer la gente, y dejarse guiar como borregos lo que mejor sabe hacer la prensa.

En este caso, sobre el pico que cada cual piense lo que quiera, pero es un problema entre dos personas que quizás no supieron comportarse, y solo les afecta a ellos, pero como español, sí que siento vergüenza de que una persona, que al parecer es la máxima autoridad de un sector de la población, haga el simio tocándose los huevos y todo el mundo nos señale.