Juan de Mesa.- Quizás sea esa la respuesta más placentera y llena de nostalgia que sentimos cuando nos encontramos fuera de nuestra ciudad, El Gran Puerto de Santa María.

Es que parece ser que cuando nos separamos de nuestra madre sentimos ese sentimiento de unión que nos  conecta de por vida, pero me hago esta pregunta: ¿Necesitamos separarnos de nuestra ciudad, para sentir esa nostalgia y amor por lo nuestro?

La respuesta es ¡NO!, hemos cambiado nuestras vidas y nuestras charlas con los vecinos por las nuevas tecnologías, hemos olvidados los paseos por nuestras calles, cambiándolos  por los vehículos para llegar más ligeros, recurrimos  a la comida rápida porque no tenemos tiempo.

¿Cuándo vamos a empezar a vivir de nuevo?, disfruta de tu ciudad respirando el aire que nos purifica con su olor a mar y sabor a salitre, la belleza de su rio con el proyecto del paseo fluvial y su nuevo margen, disfruta de su arquitectura, con sus palacios que afortunadamente  van rehabilitando poco a poco y son muchos los proyectos que avanzan para tallar una nueva imagen de la ciudad.



Siente el mar de cerca, con 16 km de playa, donde hay que poner “al mal tiempo buena cara” paseando desde la puntilla hasta Santa Catalina con el paseo peatonal o perderte en los pinares, que son  el  pulmón de esta Ciudad.

Entra en sus patios de vecinos con sus macetas de gitanillas, claveles o buganvillas , sus sillas de enea , el  olor a puchero o la  berza, olor inconfundible de nuestro barrio alto, la claridad de nuestros días    y las anécdotas de nuestros mayores.

Visita nuestro mercado de abastos y habla  en la pescadería, frutería o carnicería y deja que te venda lo mejor de su negocio y lo “más  arreglaito de precio, y bien despachado”, cómprale churros a “la Charo” y tómate el café en los bares de la zona.

Por qué nos limitamos a despreciarnos en las redes sociales  tras una pantalla, desprestigiando nuestra ciudad y no sentir todas estas experiencias, y vivencias que nos pone la vida por delante y sin ser capaces de disfrutarlas.

No te olvides de tu conexión umbilical como Portuense y cuando te pregunte alguien allá donde estés, siente con orgullo y dilo con convicción.

¿y tú de dónde eres?, ¿Yo?, de El Puerto de Santa María.