Con los protagonistas retocándose en el escenario mientras el público comenzaba a llenar la sala, comenzó la segunda sesión del Festival de comedias, la cual prometía ser un digno homenaje a los hermanos Álvarez Quintero. Los actores de películas como “Ocho apellidos vascos”, “Ocho apellidos catalanes”, “El mundo es nuestro”, “El mundo es vuestro” o de la exitosa serie "Allí abajo" garantizaban una noche plagada de humor.
Antes de comenzar ya sonaban temas populares e históricos de la canción andaluza o canción española como “La niña de fuego” o “La zarzamora”, en lo que se presupone que era un intento no solo de amenizar la espera, sino de ir creando el ambiente en el que se desarrollarían más tarde las tramas de la obra.
Alberto López era el encargado de dar inicio a las escenas cómicas cuál si del autor se tratase y a modo de sentencias o preludios introductorios, con un escenario a oscuras e iluminado tan solo por un cañón de luz que jugaba con las sombras.
Los protagonistas brindaban en el escenario y daban las gracias a los presentes por acudir a la representación antes del inicio de la trama, ya sin intuirlo, como parte del espectáculo. Entre brindis, música y carcajadas, brillaban las escenas gracias a los Compadres que lograban el calor del público y a unos personajes femeninos muy bien interpretados y traídos, al más fiel estilo de lo que escribieron los hermanos Álvarez Quintero.
Una bellísima y brillante Carmen Canivell conquistaba al público a la par que una Antonia Gómez llena de golpes simpatiquísimos.
Destacaron, sobre todo el soliloquio en verso del borracho, interpretado por Alberto López, “La Sangre gorda” y el famoso "Ganas de reñir" con Alfonso Sánchez Fernández y todo ello, unido a un acento andaluz hiperbólico y unos guiños a El Puerto de Santa María, cocinaron el éxito, latente sin dudas, cuando el público despidió a los actores con palmas a compás.
Puede decirse por todo ello que los compadres triunfaron en El Puerto e hicieron un claro, fiel y digno homenaje a los hermanos dramaturgos andaluces más célebres de nuestra literatura y nuestro espectáculo.
