El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha decidido declarar la viruela del mundo “una emergencia de salud pública de importancia internacional”, según ha informado en una rueda de prensa celebrada a primera hora de la tarde de este sábado. El anuncio llega después de la reunión de los expertos del organismo, celebrada el pasado jueves, en la que estos no lograron “alcanzar un consenso”.

Pese a ello, Adhanom Ghebreyesus ha hecho uso de sus poderes como máximo dirigente del organismo para tomar la decisión en base a la gran propagación que ha protagonizado el virus desde que hace cuatro semanas una primera reunión del comité de expertos decidiera esperar a ver cómo evolucionaba el brote. En este tiempo, el número de casos notificados se ha mutiplicado por cuatro, al pasar de cerca de 4.000 a más de 16.000, y el número de países afectados ya son 75.

La emergencia sanitaria declarada este sábado es el máximo nivel de alerta que prevé el Reglamento Sanitario Internacional, una consideración que hasta ahora solo tenían el coronavirus. La medida confiere poderes en el ámbito internacional a la OMS mediante recomendaciones que serán de obligado cumplimiento para los países miembros.



El director de la OMS ha afirmado que “las nuevas formas de transmisión que han facilitado la extensión del virus aún son poco comprendidas”, por lo que es necesario extremar la vigilancia a nivel internacional y desarrollar medidas de salud pública para identificar nuevos casos. “El riesgo de la viruela del mono es moderado a nivel global, excepto en la región europea, donde es elevado”, ha añadido.

España es el país más afectado con del mundo con 3.500 casos y un crecimiento que ronda el centenar de nuevos positivos diarios —este dato es una media, ya que no todas las comunidades informan con la misma frecuencia de los nuevos diagnósticos—, aunque es previsible que en los próximos días sea superado por Estados Unidos, que ya acumula casi 3.000 positivos y ahora es el país del mundo en el que más crece el brote.

Reino Unido y Alemania, con unos 2.200 casos cada uno, son los otros dos países más afectados. En Latinoamérica es Brasil, con casi 700 diagnósticos, donde más circula el virus y más rápidamente están creciendo los diagnósticos.

El actual brote ha sorprendido a autoridades y expertos por la rápida expansión que el virus ha tenido por el mundo en los dos últimos meses desde que la primera alerta internacional fuera lanzada por el Reino Unido a mediados del mayo. Aunque alejado del comportamiento explosivo del coronavirus, el de la viruela del mono ha mantenido una tendencia sostenida al alza ininterrumpida durante las últimas semanas, un fenómeno que nunca se había producido antes.

Pero esta no es la única novedad en el comportamiento del virus. Cuando saltó el brote, la mayor preocupación era que los registros procedentes de los países endémicos del centro y oeste de África reflejaban una mortalidad de entre el 1% y el 10% de las personas infectadas y aunque se esperaba que estos porcentajes fueran menores en el mundo desarrollado —por el mejor estado de salud general de la población y los sistemas sanitarios disponibles—, los médicos que han tratado a los enfermos se han sorprendido por la levedad de la gran mayoría de los casos.