Víctor Raposo (Tribuna libre).- Un 28 de junio más nuestras calles y redes sociales se visten con los colores del arco iris. Un 28 de junio más nuestras fachadas y balcones lucen esos 7 colores que simbolizan la lucha de tantas personas por la libertad, la igualdad y el respeto a la diversidad.

Un 28 de junio más celebramos el Día del Orgullo, como un día festivo, y al mismo tiempo una fecha de reivindicación por todo lo que queda por conseguir.

Hoy, la palabra ORGULLO es una mirada al pasado: Es recordar cuando eras el dardo de insultos de compañeros e, incluso, a veces de profesores; recordar cómo en tu barrio te hicieron sentir distinto y un bicho raro; recordar esas miradas, esos comentarios, esos cuchicheos que hablan de ti por querer ser libre; recordar esa angustiosa sensación de no encajar en ningún sitio, pero no por ti, sino porque la sociedad no estaba preparada para ello, pero entonces no lo sabíamos.

Ese desasosiego, esa incertidumbre y esos momentos de soledad y sufrimiento, hoy ya superados, cobran más significado en días como hoy, cuando todo ha pasado y eres consciente de que lo superaste, y de que no quieres que nadie tenga que pasar por lo mismo. Por eso, el Día del Orgullo es un día necesario para recordarnos lo que no tenemos que volver a hacer como sociedad y lo que aún queda por conseguir para que otras personas no pasen por lo mismo y se sientan libres para amar.



Queda mucha educación que impartir en los colegios para hacer que nuestros niños y niñas creen un mundo diverso, libre y en igualdad.

Aún quedan partidos políticos a los que habría que enseñarles que una bandera ondeando en un Ayuntamiento no hace daño, sino que es un símbolo de representación, de lucha y de reconocimiento a todas las personas que han hecho posible que hoy, en un país como el nuestro, seamos libres. Y quizá esa lucha sea útil en algún momento para sus hijos e hijas.

Yo, hoy me siento ORGULLOSO de haber superado todos esos miedos y esos insultos. ORGULLOSO de quien soy y de sentirme libre. ORGULLOSO de pertenecer al PSOE, un partido que defiende la libertad y la igualdad de las personas. Y me siento ORGULLOSO de esos siete colores que dibujan la bandera que representa la diversidad y la libertad de amar a quien yo quiero.

Por eso quiero felicitar a todos aquellos que superamos una historia y que quizás no merezca la pena contar, o quizá sí. Felicito a todas aquellas madres y padres que defendieron a sus hijos e hijas ante el mundo. Felicito a todas aquellas personas que aun sufren por querer sentirse libres pero que viven con la esperanza de no tener que demostrarle nada al mundo.

Y hoy, como cada año, miro al cielo y recuerdo a Pedro Zerolo que tanto hizo en este país por la igualdad de las personas LGTBI+.

Y quiero dedicar esta tribuna a Carmen y Antonio, mis padres. Por educarnos en libertad a mí y a mis hermanos y por decirle al mundo ¿A QUIÉN LE IMPORTA?

Feliz Día del Orgullo.

Feliz Día de la Libertad.