EL PUERTO.- La Asamblea Feminista Las Tres Rosas denuncia la agresión machista que habría sufrido una voluntaria de Protección Civil en El Puerto de Santa María, así como la “inacción” de la concejala de Seguridad, Marina Peris. Así lo explican a través del siguiente comunicado:


Desde la Asamblea Feminista Las Tres Rosas, queremos compartir y hacer pública la situación tan grave de la que hemos tenido conocimiento. Compartimos la carta que nos llega a través de una amiga de esta voluntaria de Protección Civil de El Puerto de Santa María.

Este tipo de actitudes y comentarios suponen una agresión machista intolerable que, en lugar de ser atajada por los responsables políticos a los que se les ha comunicado (el alcalde, Germán Beardo, y la concejala de seguridad, Marina Peris), es silenciada y asumida como una "broma".

Desde la Asamblea Feminista Las Tres Rosas queremos mostrar todo nuestro apoyo a esta voluntaria, y exigimos a los responsables políticos que intervengan directamente ante esta situación. Basta ya de agresiones machistas y de mirar para otro lado.

"Quiero hacer público estos hechos, aunque por represalias me gustaría mantener el anonimato. Soy voluntaria de Protección Civil desde hace más de un año y fui una de las voluntarias que colaboró durante el estado de alarma provocado por el coronavirus. Durante nuestros servicios, recogimos y repartimos alimentos, mascarillas y libros para las familias más necesitadas. Otra de nuestras actividades, para combatir la pandemia, consistió en animar a nuestros vecinos, a nuestros niños y niñas, con música y bailes desde los coches, una actividad solidaria y preciosa hasta que en uno de estos servicios sufrí, lo que para mí fue, una ofensa y acoso grave hacia mi persona.

El día que ocurrieron los hechos era tan solo el segundo día de servicio como voluntario del agresor verbal. Mientras realizábamos servicios de animación a niños y familias se dirigió hacia mí en varias ocasiones con la frase "enseña las tetas", y en otras ocasiones a las propias madres que se asomaban en los balcones. Todo esto siempre lo suficientemente bajo para que ellas no se enteraran, pero sí nosotros y el resto de compañeros que íbamos en el mismo vehículo.

Este comentario ofensivo y sexista, quizás alguien lo pudiera tolerar en un contexto de confianza y privacidad, pero es intolerable recibir este tipo de conducta durante mi jornada de voluntariado, una persona que apenas conocía y mientras estábamos dando servicio a niños pequeños para hacer más llevadera los días de confinamiento. Es un comportamiento inaceptable, tanto para mi como mujer como para la propia Agrupación, la cual realiza una labor tan importante y necesaria.

En cuanto finalicé el servicio de animaciones llamé al coordinador en ese momento, Francisco Javier Garay, para ponerlo en conocimiento de los hechos ocurridos. Indignado al instante me dijo que no tolerase ningún tipo de actos y comentarios de esa índole donde se me faltaba al respeto, y que tomaría las medidas oportunas. Cuando se denunció los hechos al alcalde, Germán Beardo, y a la concejala de seguridad, Marina Peris, ante mi sorpresa, optaron por restar importancia a los hechos ocurridos y tacharon al individuo como “bromista”. En mi opinión, una actitud más cercana a un cómplice que la de unos responsables que miran por el bienestar de la agrupación.

No solo no hubo reparación alguna por parte de nuestros responsables políticos, sino que para colmo el sujeto en cuestión, con tan solo cuatro semanas de servicio y sin formación en materia de protección civil, fue elegido por Marina Peris como Jefe de la Agrupación de Voluntarios. Me gustaría seguir realizando mis servicios, llevo años preparándome y estaba muy ilusionada, pero hacerlo bajo el mando de semejante “compañero” me resulta hoy en día imposible, por ello y para que estos hechos no vuelvan a ocurrirle a ninguna compañera los pongo en conocimiento, a fin de que la Agrupación vuelva a ser lo que era, donde no hemos vivido jamás una situación tan denigrante como esta”.