Poppy Garduño (Tribuna libre).- En las últimas semanas, los usuarios de las redes sociales estamos viendo cómo informaciones u opiniones son eliminadas o bloqueadas bajo el mensaje: “Verificadores de información independientes indican que esta información es falsa”.

Se ha implantado un Sistema de Monitorización, donde se censuran las informaciones u opiniones que, según dicho Sistema no responden a la verdad oficial. Uno de estos verificadores es Newtral, fundado por la periodista Ana Pastor.

Merece la pena realizar una reflexión sobre la imparcialidad que manifiesta este tipo de empresas denominadas “Fact-Checking”, también merece la pena valorar que la pandemia no es una excusa para ejercer un ataque directo a la Libertad de Expresión y a la Libertad de Información.

Se está aprovechando esta terrible situación para imponer un canal de censura. Hay un gran control en todos los medios de comunicación y se está llevando a cabo una persecución de periodistas que ejercen su labor informativa o de opinión.

También existe un acoso sobre las opiniones de los ciudadanos, ataques que llegan con mensajes como: “Es el momento de estar unidos”. Y parece ser que callados también.

Los llamados bulos o “Fakes news” han existido siempre, y es cierto que ahora nadamos en un inmenso mar de desinformación. Muchos bulos, mucha desinformación y que nos hacen desconfiar y que, en cuestión de horas, se divulgan por todo el Mundo.

Este Gobierno también hace uso de los bulos y de la desinformación, grandes mentiras que se usan como propaganda para manipular a los ciudadanos. La manipulación es tal, que me parece una frivolidad salir a las 20:00 horas a aplaudir cuando nuestro país debería estar de Luto.

No creo que nuestros sanitarios no merezcan ese aplauso, soy hija de médico, y creo que nuestros sanitarios se merecen algo mucho más importante, se merecen tener todo el material y el equipo necesario (EPIs) para luchar en esta batalla, son los soldados de esta guerra invisible.

El porcentaje de los sanitarios afectados por el virus es muy elevado, y si nuestro sistema sanitario está funcionando, es gracias a ellos.

Todos nos preguntamos por qué España no está dedicando su esfuerzo a fabricar material sanitario, por qué se silencia el dolor de las familias de los fallecidos, ni un solo mensaje, ni muestras de apoyo, ni condolencias por ninguno de los  canales de comunicación que tienen los Ministerios, por qué nuestro país ocupa los primeros puestos del ranking por coronavirus, por qué se silencian a los autónomos y pymes, por qué no nos cuentan que el confinamiento va a durar meses, y un largo etcétera.

Todas estas cuestiones atormentan a los españoles, esto responde a lo que se denomina “Alarma Social”, y silenciar la incertidumbre y el miedo forman parte de una estrategia muy propia de Sistemas Totalitarios y muy propio de la propaganda en tiempos de guerra.

Deberíamos reflexionar sobre el término “Veracidad” cuando lo aplicamos a la Libertad de Expresión y el Derecho a la Información.

La crítica u opinión, por ejemplo sobre la gestión del Gobierno en temas relacionados con la Covid-19, es Libertad de Expresión y no “Fake news”. Y la Libertad de Información tiene por objeto aquellos hechos que son noticiables, de interés público, y son realizados por profesionales que velan por su veracidad y por la pluralidad informativa. Pilares básicos de una Democracia, derechos recogidos en el Artículo 20 de nuestra Constitución.

Sobre la autora: Poppy Garduño es vecina de El Puerto de Santa María, licenciada en Comunicación Audiovisual.