Hoy me refiero a sendas historias que hablan de niños que se ven inclinados por la escena, la pasarela, el humor o la interpretación. Son historias emotivas y llenas de buenas vibraciones, mensajes agradables y aleccionadores. Lejos de los repelentes ‘niños estrella’, se trata de niños muy agradables y simpáticos.
Son dos historias. La primera de ellas es de ficción, pero que podría haber sido efectiva. La segunda es tomada de una historia real basada en el diario de un famoso cómico alemán. Ambos son relatos muy reconfortantes.
De niños artistas
La primera de las películas que voy a comentar es una comedia con un hondo sentido del humor, y es también un viaje físico y psicológico, el de una familia que quiere a toda costa a que la pequeña de la casa participe en un concurso infantil de belleza. Pequeña Miss Sunshine (2006) es una cinta muy requetelinda. La segunda es la infancia de un famoso actor y humorista alemán que cuenta sus avatares y los inicios de su afición por la escena; es una biografía llevada al cine con el título: Este niño necesita aire fresco (2018), obra muy emotiva y con buena onda más allá de las desgracias que relata.
PEQUEÑA MISS SUNSHINE (2006). Los Hoover son una familia peculiar: el abuelo esnifa cocaína, el padre es un fracasado que paradójicamente da cursos para triunfar en la vida, la madre está desbordada, el tío es un suicida frustrado y gay abandonado por su novio, el hijo adolescente es un muchacho nihilista y mutista, y Olive, la hija pequeña, es una niña gafotas y gordita cuyo sueño es ser reina de la belleza.
Olive ha conseguido que la inviten al concurso de belleza infantil 'Pequeña Miss Sunshine' en California y toda la familia va a acompañarla durante tres días de un tragicómico periplo, hacinados en una furgoneta Volkswagen, un viaje lleno de sorpresas, algunas de ellas rocambolescas. Esta cinta encumbró a la fama a Jonathan Dayton y Valerie Faris en su debut como directores. Film de impecable factura con gran guión de Michael Arndt (Oscar), que encaja genialmente las piezas de la trama.
Los actores están todos sobresalientes, con un increíble trabajo de Abigall Breslin en el papel de la niña Olive, que rompe el tópico de las repelentes niñas que pueblan las pantallas. Excelente el resto del reparto destacando Alan Arkin como el abuelo transgresor (Oscar) o Steve Carell como el tío gay.
Una visión cáustica y cómica encarnada en una familia que sólo desea que su hija participe en el concurso de belleza. Luchan para ello, sorteando todo tipo de obstáculos. Sin saberlo, en su viaje sinuoso y espinoso, van directos al corazón de ellos mismos, hacia su autorrealización. Un canto a la vida, también a las diferencias, una película de las que hace feliz al espectador. Un antídoto contra esta sociedad hipócrita y ambiciosa que vivimos.
ESTE NIÑO NECESITA AIRE FRESCO (2018). Película autobiográfica que cuenta los años infantiles de Hape Kerkeling, una estrella muy querida en Alemania como actor y humorista. La infancia de Kerkeling fue trágica, y a lo largo de ella fue descubriendo el humor como coraza ante los dramas que tuvo que afrontar, el humor como tabla de salvación.
Los momentos más difíciles estuvieron relacionados con su madre, que sufría episodios depresivos muy graves y era ella, la más difícil de hacer sonreír. La familia, en general, estaba compuesta por individuos excéntricos siempre en fiestas y celebraciones, que amaban al niño y respetaban y aplaudían su arte y comicidad infantiles. El niño Hans-Peter se nos presenta con su mirada inocente, sin artilugios. Gran guion de Ruth Toma que se desarrolla en la República Federal de Alemania de principios de los años setenta.
Un texto lleno de espontaneidad y gracia ante la aflicción del pequeño protagonista que, sin embargo, no resulta perturbador por la frescura del relato. El film trabaja con el poder de la imagen, muchas y variadas secuencias breves que van dejando en el espectador un poso de ternura.
En el reparto podemos disfrutar de actores de gran talla como Ursula Werner (soberbia, como abuela), un conjunto encantador que estimula la naturalidad del protagonista, el pequeño Julius Weckauf, en sucesos que en lugar de la carcajada fugaz, busca la sonrisa tierna. Estimulante comedia que ensalza el poder de la risa sanadora. El retrato de un niño que aprende a sobrevivir, a crecer y a encontrar su manera de autoafirmarse. Conmovedor relato de un niño que logra vencer el desconcierto emocional que le rodea.