El Puerto de Santa María se consolida como referente andaluz en eficiencia energética urbana tras completar un ambicioso proyecto de modernización del alumbrado público, que ha supuesto una reducción superior al 80% en la factura eléctrica municipal.

Hasta 2022, el parque lumínico de la ciudad estaba formado por tecnologías obsoletas como vapor de sodio (55,8%) y vapor de mercurio (40,8%), altamente contaminantes y poco eficientes. Su uso suponía un gasto insostenible de hasta 12 millones de kilovatios hora al año y un coste de entre 6 y 7 millones de euros.



Gracias al proyecto impulsado por el Ayuntamiento con apoyo del IDAE y la EDUSI, se ha renovado el 86% del alumbrado de la ciudad y el 82% de los cuadros eléctricos, con la intervención de 12.843 puntos de luz y 184 cuadros de mando, distribuidos en los cuatro distritos. La inversión total supera los 7,8 millones de euros (IVA incluido).

Como resultado, el consumo se ha reducido a tan solo 2,1 millones de kWh anuales, y la factura de la luz municipal ha bajado a 1,75 millones de euros, tras optimizar también el contrato de suministro.

El proceso no ha sido sencillo: el sistema databa en su mayoría de hace más de 25 años, con más de 16.000 luminarias y una parte no inventariada. Fue a partir de 2020, con el respaldo técnico de El Puerto Global y un nuevo inventario, cuando se abordó el proyecto por fases, priorizando los barrios con mayor necesidad.

Además del ahorro energético y económico, el nuevo sistema incorpora tecnología de telegestión, sensores, reguladores de intensidad y está preparado para su integración en redes de smartcity, apostando por estándares abiertos como Lorawan y conectores ZAGA/NEMA, sin dependencia de fabricantes.

Actualmente, El Puerto ya cuenta con más de 14.900 luminarias LED y encara el tramo final del proyecto con la renovación de unos 3.000 puntos de luz pendientes, principalmente en el centro urbano y polígonos industriales.

El objetivo es consolidar un modelo de ciudad eficiente, moderna, sostenible y alineada con los objetivos europeos de reducción de emisiones, mejorando no solo el gasto público, sino también el bienestar y la seguridad de los vecinos.