No cabe duda de que la ciudad ha cambiado y evolucionado desde la llegada de Germán Beardo a la Alcaldía. El Gobierno de El Puerto de Santa María ha impulsado inversiones para mejorar los servicios municipales y recuperar infraestructuras que llevaban años abandonadas. Hemos logrado eliminar la deuda financiera y comercial, generando ingresos adicionales sin aumentar tasas ni impuestos; y, sin embargo, solo podemos devolverle a nuestra ciudad un 2,6% en forma de inversión. ¿Por qué?

Sencillamente, para cumplir con una restrictiva regla de gasto impuesta por Pedro Sánchez. A pesar de nuestros evidentes logros, el Gobierno de España ha decidido castigar a quienes gestionamos bien y nos ha impuesto este "techo de gasto" del 2,6%, que limita nuestro crecimiento y desarrollo.

En términos prácticos, esta limitación implica que, aunque el Gobierno de Germán Beardo haya logrado superar el grave deterioro financiero del Ayuntamiento, ocasionado por el anterior gobierno tripartito de izquierdas y que acumuló más de 150 millones de euros en deuda; aunque haya conseguido aumentar los ingresos municipales sin tocar el bolsillo de los portuenses, a pesar de la inflación generalizada, solo se nos permitirá invertir en mejorar la ciudad un 2,6% más que el año pasado.

¿La razón? Sencillamente, porque Sánchez y Montero consideran que las ciudades donde no gobierna el PSOE no deben progresar al mismo ritmo.

Esta decisión ignora que, a mayor inversión, mayor desarrollo para la ciudad. Al parecer, ni a Pedro Sánchez ni al PSOE les interesa el progreso de El Puerto de Santa María; están, más bien, enfocados en sus propios intereses.