Cuentan leyendas urbanas que, en sus tiempos, el TALGO paraba en Jerez y, en su trayecto a Cádiz, hacía parada en El Puerto de Santa María para dejar la saca de correspondencia al Marqués de Urquijo, que residía por estas fechas en Fuentebravía y necesitaba estar al día de los negocios de su banco. Lo que para algunos puede parecer una odiosa cacicada —que, por cierto, no hacía daño a nadie— nos dejaba la gran ventaja de poder tomar el tren en nuestra ciudad, sin necesidad de desplazarnos a Jerez o a Cádiz para viajes de largo recorrido.

Esos pequeños privilegios se han visto, no ya mermados, sino sumidos en un auténtico caos. Afortunadamente, aún no alcanzamos los niveles que desgraciadamente ya conocemos, aunque nadie descarta que vuelvan a producirse. [Viajar desde El Puerto: la odisea que Pedro Sánchez no ve]

Me da a mí la impresión de que todo apunta en una sola dirección. Es solo una teoría, pero con el elevado estudio, conocimiento y —creo que secretísimo— amor y admiración hacia figuras ya extintas, nuestros Padres de la Patria han descubierto de dónde nacen estas situaciones caóticas.



Hubo un tiempo en que la fuerte presencia del "salvador de la patria" se hacía necesaria frente a la lucha contra la conjura judeo-masónica, ese enemigo oculto y hábil, presente en cada hecho maligno que al Estado le sucediera. Hoy, lejos de términos tan abstractos y caducos, la amenaza se ha modernizado. La conjura católico-ultraderechista está detrás de todo. Sus siervos, infiltrados en nuestra sociedad y escondidos en partidos legales, se dedican, cual duendecillos, a manipular todo tipo de servicios del Estado: trenes, red eléctrica, etc. Son capaces, gracias a las nuevas tecnologías, de manipular el tiempo, hacer explotar volcanes, provocar riadas, e incluso falsificar pruebas de hechos delictivos (vamos, que las putas no solo eran de pago, sino también de pega, y el dinero llegó por casualidad… como los contratos).

El caos ferroviario apunta en una sola dirección. Y el problema, el gran problema, es: ¿cómo confiar, en caso de necesitar llegar a algún sitio a tiempo, en semejante institución?

El consuelo es que, descubierta la conjura católico-ultraderechista, estamos más cerca de asistir a la Victoria (modo Nintendo Simulada), tras la cual España entrará en una nueva era: la era de la Unificación. Con la fusión del PSOE con las Juntas de Izquierdas Progresistas y Nacionalistas, y tras el inminente decreto, nacerá el PSOET y de las JIPN, partido único que devolverá la grandeza a las Españas. Sus miembros, guardianes de la moral y defensores de la integridad, nos devolverán a los tiempos en que las mujeres podían pasear por los parques bajo la mirada vigilante de los guardas, que multarán a los alocados jovencitos que quebranten la moral.

Los primeros pasos ya se han dado: los miembros del partido serán vejados públicamente y expulsados si, quebrantando la moral, se van de putas… o de putos.

Gracias a las fuerzas cómicas que todo lo ven, España está cada día más cerca de su regeneración.

¡Gloria por siempre a nuestro Salvador!
¡Arriba el PSOET y de las JIPN!
La conjura católico-ultraderechista no podrá con el país de las Mil Naciones.