No soy hombre muy de playa, y algunos de mis amigos de mi tierra se extrañan, no se explican que viviendo donde vivo no me pase los días disfrutando del sol, la arena y el mar, pero no soy muy de playa. Otra cosa es que no me guste y disfrute de la playa, y ahora llega el momento ideal para mí.

Aún encuentro demasiada gente en la playa, y mis paseos se centran en los atardeceres, en bajar hasta laguna de las playas y pasear por la orilla, sin bañador, nunca fue una prenda con la que me sintiera cómodo. Eso sí, con los pantalones doblados sobre los tobillos para sentir como el mar me va mojando los pies.

Disfruto de la playa en estos meses, sin el agobio del calor, sin tener que ir evitando a la gente que se aglomera. Me gusta pasear por la playa, y cuando alguien se extraña, le describo, en mi idioma lo que siento al pasear. Por eso me gusta esta ciudad, porque es versátil, me ofrece momentos tan maravillosos como esos interminables paseos, a solas, por la orilla, y este mes es ideal.



Cuando llega el invierno también suelo hacerlo, con calzado adecuado, sin mojarme los pies, pero sintiendo como la brisa del mar me llena el rostro. Pero por muy agradable que sean mis paseos del invierno, los de estos meses de septiembre y octubre, son ideales. Quizás sea un ser extraño y solitario, pero me gusta cruzarme con gente en mis paseos, y comprueba que no soy el único, ya puedo decirlo, portuense, que disfruta de su ciudad y sus playas durante todo el año, y en especial, cuando ya apenas nos vistan gente. Y eso es importante, pues durante muchos años fui visitante, hasta que sentí que necesitaba algo más.

Hoy, orgulloso, me siento parte de este entorno, y aunque se pueda disfrutar de la ciudad como visitante, a veces, algunas personas, necesitamos más, yo, necesitaba más, necesitaba respirar el aroma de estas playas, y así lo hice. Hoy, me alegro, mañana no sé, pero hoy, me alegro de este septiembre vivido junto a este mar. Y cuando inicio mis paseos, aun en los atardeceres, me reconforta el saber que no paseo como un visitante más que recordara lo agradable de ello, paseo como un hijo mas de esta ciudad, y me gusta.