Al fin y al cabo, la Feria da lugar a beber, a beber, comer, bailar y, para algunos trabajar. Supongo que, aunque tenga detractores, es un evento que no admite ni discusión ni formas en cuanto a los formatos, y lo que allí se hace, eso sí, teniendo en cuenta que todo es mejorable, como el convenio de los taxistas del Puerto, Jerez y Puerto Real para apoyarse y dar mejor servicio, algo que algunos, como es natural, parecen ver con malos ojos, aunque no tanto por ellos, como pretender crear crispación.

La Policía Local, supongo que los mismos que en su lucha personal tratan de jodernos todos los días, quizás pensando que jodiendo al ciudadano criticaremos al alcalde o al concejal de turno.  El caso es que una buena idea, para dar mejor servicio, se convierte en la patética burla de cuatro incalificables, los mismos que acosan a gente en la puerta de los colegios, y se dedican más que a su trabajo a joderle la vida a la gente.

Desde multas por no llevar el cinturón, cuando están exentos, en plena bulla de feria, a parones absurdos u obligaciones de giros sin sentido. Todo ello nos lleva a la lamentable imagen de un cuerpo que envilece a todo el colectivo. Tristemente las patochadas y ataques de unos cuantos eclipsan el trabajo bien hecho, la dedicación y buen servicio, o simplemente la profesionalidad de algunos.

 Quizás esté llegando el momento en el que, con las gónadas hinchadas, algunos agentes comiencen a pararle los pies a esos “compañeros”, que con su actitud, ensucian la imagen de todos, algo lamentable, y tan injusto que desde aquí, muestro mi agradecimiento, y elogio la labor de todos, porque son muchos más, agentes de la Policía Local que con su esfuerzo y trabajo,  hacen que podamos disfrutar de una buena Feria, pues,  en esta vida, hay trabajos que aunque se paguen, requieren de una especial entrega que no se puede compensar mas que con la felicitación y el respeto que se merecen.