Un año más, y para decepción de algunos, los Reyes Magos vuelven a ser el mayor ejemplo de machismo caduco y abochornado, en donde tres sesudos señores volverán a representar el papel de Reyes Magos, personajes más o menos históricos, dependiendo del punto de vista del que se mire. [El Puerto nombra a Sus Majestades Los Reyes Magos de Oriente para estas navidades]
Y es que, en los convulsos tiempos que vivimos, en donde hasta está prohibido el pensar libremente, todo es un ataque a las conciencias del pensamiento único, cuando esto jamás supuso en otros tiempos un problema. Y es que se pierde de vista lo que significa y politizamos hasta lo que mancha el papel higiénico.
Los Reyes Magos no son más que la ilusión de quienes aun no han perdido la inocencia, algo que hoy también se empeñan en que se pierda lo más pronto posible, machacando las conciencias con roles sexuales que normalmente llegan por instinto, hasta el punto de que llega a ser tan fuerte que no pueden a veces luchar contra lo que el instinto les marca, aun siendo lo no esperado.
Pero volviendo a sus majestades, jamás vi que fuera un problema que se subiera a una carroza una mujer, pues los niños, en su sana y blanca mente, no ven a un hombre o a una mujer, sino a su Rey Mago, distinto es cuando queremos que se sepa, presumimos, perdemos el papel, algo tan aberrante como si Baltasar en plena cabalgata destroza la ilusión de miles de niños lanzado a los cuatro vientos que en realidad él es británico y se pone rojo, como las coñetas cocidas cuando llega el verano, algo que en algunos casos, como el actual, acertadamente no ocurrirá. Igual de aberrante como si Gaspar en pleno desfile, se pone a cantar ciego como una cuba, cuando los niños saben que los Reyes Magos son buenos y no se emborrachan. Igual de aberrante que si Melchor, se arranca sus enormes barbas blancas y muestra el barbilampiño rostro de un joven, cuando todo el mundo sabe que es un venerable anciano.
Todos los inocentes se verían defraudados, engañados, igual que si su rey Mago sale pregonando a los cuatro vientos sobre su carroza que en realidad es Manuela. En un mundo politizado, donde se pretende la manipulación de las conciencias se ha perdido el sentido de las cosas. Claro que un Rey Mago puede ser una mujer, pero por encima de lo que sea, van representando un papel, porque observándolos, están los miles de rostros, las miles de ilusiones de quienes ese día, contemplan los ídolos que solo lo serán por algunos años, por encima de la lucha están esos a los que es necesario dejarles el espíritu y la conciencia lo más libre posible, para que sea su instinto, su propio yo, el que descubra lo que serán el resto de la vida.