En una serie de artículos vamos a ir descubriendo aquello que el toro no ve, aquello que pasa aparentemente desapercibido, las joyas de la corona de nuestra Reina de la Bahía, esas piezas del engranaje que son simplemente imprescindibles y que a veces no reparamos o en una vorágine de la tarde de toros no atendemos.
El personal de la plaza es tan básico como imprescindible y en este personal, y no quiero con ello hacer un artículo sobre igualdad de género, solo un tres por ciento, más o menos, tiene rostro de mujer. [La Quinta y tres diestros puro pundonor]
María Mendoza como Jefa de Prensa, Almudena Camacho como torilera y personal fundamental de chiqueros, ambas con un hacer impecable e inmejorable en un mundo eminentemente masculino, y otro de los rostros más amables y siempre en su labor es el de Milagros Teja, una aficionada mucho más que muchos de aquellos que llevan el carnet en la boca, ella sencilla y tímida, ama la fiesta sin distinción de géneros, y lleva en su lugar más de quince años, empezando ya en la etapa empresarial de Justo Ojeda con su marido también portero de la plaza.
En los tiempos de Antonio Balcón que siempre está en nuestra mente en las tardes de toros comenzó Milagros y ha estado situada en varias ubicaciones en la plaza, las más habituales está en la que se encuentra desde hace algunos años, el primer piso de sombra en sus palcos, auxiliando a todo aquel que la necesita, ayudando en todo y con su siempre impoluto polo que dice “Circuitos Taurinos”. Su polo y su falda vaquera para mí como mujer son un orgullo cuando son rostros femeninos ya clásicos de cada verano, y que siempre ha estado al servicio de las empresas que han gestionado nuestro coso en sus muchos vaivenes.
Habitual en la presentación de la temporada y en algún que otro acto taurino es un placer ver cada año fiel a Milagros en su lugar, tan amable, tan aficionada; como lo es toda su familia, y que ella mantiene fiel, pues sin afición nada de ello sería posible.
Ella es una de nuestras joyas que queremos valorar, con ello destacar a lo verdaderamente importante de un festejo, los grandes profesionales de la plaza, los que están en cada rincón porque es muy importante decirles en muchas ocasiones que un festejo no se hace solo con toreros que dan la cara sino con personas tan importantes como ellas, un trabajo vital para que el espectáculo salga adelante. Grandes profesionales por su labor y su afición, todos esos años de trabajo de esfuerzo y de afición.