El concejal de Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de El Puerto de Santa María, David Calleja, ha presentado la pieza del mes del Museo Municipal,un rótulo de la calle Durango realizado en hierro fundido de 45 x 14 centímetros. Calleja estuvo acompañado en la sede de la calle Pagador por el director del Museo Municipal, Miguel Ángel Caballero, y por el geógrafo municipal, José Luis Martín.

El edil, que destacó la riqueza de rótulos con que cuenta El Puerto, recordó cómo la asignación de nombres y números a las calles y casas de las ciudades es un hecho relativamente reciente, pues de manera tradicional se las conocía por la existencia en ellas de hitos relevantes (“de la iglesia”, “del mercado”…), apuntando que, según refleja el estudio de Martín Ruiz, fue durante el reinado de Isabel II cuando se promulgaron varias Reales Órdenes para regular estos aspectos, adquiriendo relevancia por la claridad de sus instrucciones la publicada por el ministro de la Gobernación, José de Posada Herrera, en 1860.Calleja consideró que el hecho de que las calles de las ciudades se rotulen con nombres de personas o de colectivos las identifica mejor que cuando se opta por denominaciones más genéricas, valorando lo que supone la elección de la pieza del mes de junio para conocer más datos sobre la historia de una calle como Durango, muy cercana a las instalaciones del Museo y muy conocida entre los portuenses.

El edil invitó a los ciudadanos a visitar el Museo para contemplar la pieza del mes, así como las redes sociales, tanto Instagram,como Facebook, como la web municipal, recordando que la visita al Museo, de carácter gratuita, con aforo limitado y uso obligatorio de mascarilla, puede realizarse de martes a viernes de 10:00 a 14:00 horas y sábados, domingos y festivos de 11:00 a 14:00 horas.



El geógrafo municipal, José Luis Martín Ruiz, detalló que la obligatoriedad de colocar lápidas con los nombres se asignaba a los ayuntamientos, recordándose a los propietarios que se conservasen los nombres tradicionales y los números de las casas. “Se dieron instrucciones para tener uniformidad en la nomenclatura e inicialmente se colocaron los nombres sobre azulejos blancos y letras en azul o negro, de los que quedan algunas muestras en nuestra ciudad”, explicó Martín, quien expuso que “el rótulo elegido como pieza del mes está realizado en hierro de fundición y es de mayor tamaño que los anteriores, ya que los de cerámica solo eran legibles desde muy corta distancia”.

José Luis Martín refirió que estos rótulos de hierro “fueron sustituyéndose por otros formados por plaquetas de cerámica, en los que cada azulejo tenía una sola letra, criterio que se ha mantenido en el conjunto histórico, mientras que en el exterior se han colocado placas metálicas azules con el nombre y el escudo de la ciudad”.

El geógrafo municipal explicó que el rótulo hace referencia a un “contador” que hubo en la ciudad, dándosele a la calle el nombre de “Calle del contador D. Martín Durango”, aseverando que probablemente residió en ella. La calle, que anteriormente se conocía con el nombre de “Santa Lucía la Angosta”, quedaría finalmente como “Calle Durango”. Martín Ruiz comentó también la existencia de una huerta lindando con la calle que se conoció como “Huerta Durango” y cómo, posteriormente, se edificó sobre ella un conjunto de viviendas conocido como “Grupo Durango”.