Ecologistas en Acción ha remitido un escrito al alcalde, Germán Beardo, exigiendo responsabilidades “por la escombrera del Rancho Linares y por la autorización de la concejala de Urbanismo, Danuxia Enciso, para reciclar esos escombros y eludir sanciones y la obligación de restaurar el terreno a su estado original”.

Según explican en una nota informativa, “ante la enorme escombrera ilegal originada por el vertido de escombros procedentes de la demolición de la Residencia del Tiempo Libre de Cádiz la actuación municipal sigue dirigida a no sancionar a la empresa promotora, el Grupo Q, y a encubrir a los responsables y técnicos municipales que han eludido su obligación de actuar ante un vertido de estas dimensiones, y que han podido incurrir en una presunta falsedad documental para avalar este proyecto ilegal”.

En este contexto recuerdan que “la edil de Urbanismo, Danuxia Enciso, firmó el pasado 3 de julio un decreto aprobando una modificación del proyecto de urbanización para que se puedan utilizar los escombros depositados ilegalmente en Rancho Linares en los trabajos de urbanización, con pleno conocimiento de que el reciclaje de estos escombros necesita la autorización expresa de la Consejería de Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía, y que se tiene que someter previamente a una evaluación de impacto ambiental”.



En el otro lado de la baraja, los esponsables del Grupo Q han señalado al respecto que está prevista la utilización de árido reciclado en la formación de explanadas y terraplenes. “Para ello, se solicitó autorización y fue concedida por al área de Urbanismo. La propietaria de Rancho Linares contrató con una empresa autorizada para la gestión de residuos, Dayta, SL, la instalación de una planta machacadora que convierta escombros procedentes de actividades de demolición en áridos aptos para ser reutilizados en las obras de urbanización. Es decir, lo que se pretende es reciclar unos escombros que, de otro modo, acabarían en una escombrera y no tener que utilizar nuevos recursos naturales”.

También recuerdan que el proyecto de urbanización de Rancho Linares fue aprobado definitivamente el día 21 de febrero de 2020 pero, debido al retraso ocasionado por la pandemia, “se acopiaron los escombros en la finca Rancho Linares antes de que hubiese entrado en vigor la referida aprobación.

Finalmente, la empresa niega que con la urbanización de Rancho Linares se vaya a destruir el pinar. “Todo lo contrario, de los más de 241.000 metros cuadrados con que cuenta la finca, más de 190.000 metros serán cedidos al Ayuntamiento como zonas verdes y dotacionales”, aseguran.