EL PUERTO.- El Castillo de San Marcos, uno de los monumentos más relevantes del patrimonio arquitectónico, histórico y cultural de El Puerto de Santa María reabrirá sus puertas en breve.

El 1 de julio se abrirán las puertas a turistas y portuenses, previo pago de la entrada

Por este motivo, y para dar a conocer las mejoras que durante estos meses se han llevado a cabo en dicho monumento, la familia Caballero -propietaria del inmueble- abrió sus puertas este viernes 26 de junio a una visita para medios de comunicación y autoridades, que tuvo por objeto "descubrir la nueva imagen de esta iglesia fortaleza y transmitir su historia de una manera nunca antes contada", como paso previo a su apertura posterior a todo el público.



A la visita asistió el alcalde de El Puerto, Germán Beardo, el teniente de alcalde de Turismo, Curro Martínez y el teniente de alcalde de Patrimonio Histórico, David Calleja.
Bien de Interés Cultural

Visitando el Castillo de San Marcos.

Entre las novedades presentadas destaca la introducción de un sistema de audioguías que el usuario se descarga en la terminal de su teléfono móvil y le permite hacer un recorrido completo alrededor del recinto y por el interior del antiguo santuario alfonsí, visitando las torres y miradores de la fortaleza. Igualmente, se ha dotado de nueva iluminación, que ha mejorado su aspecto interior que ha ganado en luminosidad y amplitud.

El Castillo de San Marcos es una fortaleza del siglo XII, mandada a construir por Alfonso X El Sabio sobre los restos de una mezquita árabe a orillas del río Guadalete. A pesar de su antigüedad (800 años) el castillo se mantiene en perfectas condiciones de uso. Fue Declarado Bien de Interés Cultural en 1920, en su interior atesora la imagen de la Virgen de Santa María del Puerto, que dio nombre a la ciudad. Su estado de conservación es bueno y tanto sus patios como sus torres altas -auténticos miradores a la ciudad- son algunos de los espacios que más impresionan del conjunto.

Esta fortaleza está construida sobre una mezquita que fue transformada en iglesia en el siglo XIII por Alfonso X El Sabio. En su interior se encuentra el muro de la quibla original que refuerza el aspecto diáfano lleno de luz propio de su origen islámico. El monarca plasmó los pormenores de la edificación en sus Cantigas. En la actualidad, el castillo pertenece a la bodega portuense Caballero y próximamente volverá a estar abierto a visitas.