Desde La Pasarela.- Y de repente, la canícula tras estar encerrados durante casi toda la primavera, la estación favorita en la que se nos fueron tantas cosas sin darnos cuenta por culpa de ese maldito microorganismo… El verano, “un tiempo para cosechar, un tiempo para la siembra. Las hojas verdes del verano están llamando a casa”, que cantaban The Brothers Four en la maravillosa composición del maestro Dimitri Tiomkin para la pelicula “El Álamo”. Y es que recién inaugurado el primer verano en El Puerto de Santa María después del Covid-19, es momento para admirar el paisaje marino, ponerse moreno y estar prevenido para el desparrame que se avecina pues ya se sabe que llegadas estas fechas nuestra ciudad sufre el desbordamiento al ser un destino vacacional costero.

Decía el insigne Antonio Muñoz Cuenca en una de sus instructivas columnas que solía escribir hace años en un periódico local (cuanto se echa de menos políticos íntegros como el viejo profesor “muñoli” por estos lares), que no le gustaba el actual verano tal y como está concebido: el estío portuense ha perdido identidad provocándonos sentirnos foráneos en nuestra propia tierra. Pero hete aquí que tras una sequía de diversión que ha durado años, es ahora, precisamente en plena pandemia, cuando quienes gobiernan pretenden que volvamos a ser el centro neurálgico de la Bahía como una vez fuímos. El mundo al revés.

Parece ser que la focalización de la diversión porteña para estos próximos meses va a estar situada en la margen izquierda del Guadalete. Se prevé “jaleo” en la otra banda del río del olvido, tan desatendida durante años pero en menos de una semana, oh la lá, desbrozada y saneada. Gracias Teo. Y todo ello, para espectáculos musicales, autocines, norias y sesiones dominicales de afamados dj´s (…) . Artistas de la tierra como que no. Vamos por partes porque el cachondeo está asegurado. Enhorabuena a los premiados.

Plano de cómo quedará el nuevo espacio Soko El Puerto para este verano. / EA

Lo más inminente anunciado será lo del autocine, una iniciativa plausible de la Concejalía de Juventud que no es más que un calco de algo ya realizado en localidades cercanas como Conil que ya lo tuvo durante el mes de mayo y también próximamente en otras poblaciones vecinas. Nada que objetar, todos ‘metíos’ en los coches como en los 50 viendo al Travolta y sintonizando sus inolvidables canciones por la frecuencia modulada. Desde este espacio llamado “Desde La Pasarela” disfrutaremos con ello y desalojaremos por unos días el parking y nuestro singular mirador desde el cual nos inspiramos para opinar sobre la actualidad de la ciudad. A pocos metros de aquí, una noria que nos dicen viene de París como los niños, y el gran reclamo para los más jóvenes al que han denominado SOKO: el espacio de ocio seguro más grande de Andalucía, en sintonía con la nueva normalidad (sic). Uno prefería lo del mono ‘indie’ pero bueno… Lo de la noria, para quienes suframos de vértigo va a resultar complicado, para otros atrevidos no cabe duda que resultará una experiencia imborrable contemplar las colindantes e interminables obras de Pozos Dulces a vista de pájaro. El sarao del escenario para promocionarnos como destino turístico y de ocio puede resultar interesante cuando por ahí se han pospuesto o cancelado actos de este tipo. A ver cómo se  organiza la cosa, pero, ojo, con mascarilla y guardando siempre las distancia pues no queremos tener que  volver a los balcones a aplaudir. Plas, plas.

No, no estamos en contra de nada de esto, es verano y hay que divertirse, aunque hayan fallecidos miles y miles de personas. Hay que reactivar la economía porque si no esto se hunde pero antes de que las hordas acusen de intentar descalificar cualquier intento de impulsar celebraciones del tipo que sea solo recordar algo: se está confundiendo el fin del estado de alarma con el fin de la pandemia. Falta pedagogía sobre todo con la juventud.

Ojalá les salga bien el experimento veraniego de este año de alerta sanitaria a nuestras autoridades, y ojalá también que en un futuro no tengan que venir los mismos rapsodas de siempre que tanto increparon al Gobierno durante el confinamiento para volver a hacerlo por un más que posible rebrotamiento.