La Junta de Andalucía ha acordado que la Inspección y la Subinspección de servicios sanitarios estén "autorizadas para entrar libremente y sin previa notificación, en cualquier momento", en centros residenciales de personas mayores, de personas con discapacidad, de menores tutelados, de personas con dependencia y de personas con problemas de adicciones para "realizar las pruebas, investigaciones y exámenes y tomar las muestras o recoger la documentación que consideren necesaria, así como ordenar cuantas actuaciones sean precisas para cumplir con las normas vinculadas al control de la Covid-19".
Así se recoge en la orden de la Consejería de Salud y Familias de 19 de junio de 2020, aprobada el pasado viernes por el Consejo de Gobierno andaluz en sesión extraordinaria, por la que se adoptan medidas preventivas de salud pública en la comunidad autónoma de Andalucía para hacer frente a la crisis sanitaria ocasionada por el coronavirus (Covid-19), una vez superado el estado de alarma decretado por el Ejecutivo central.
El consejero de Salud y Familias, Jesús Aguirre, ha detallado y destacado algunos aspectos de esta orden en su comparecencia en la Subcomisión de Sanidad y Salud pública de la comisión de estudio sobre la recuperación económica y social de Andalucía a causa de la pandemia del Covid-19 constituida en el Parlamento autonómico.
El consejero ha resaltado que "una parte muy importante" de dicha orden tiene que ver con las medidas preventivas que se adoptan para residencias, centros de día y Centros de Participación Activa.
Al respecto, ha comentado que estos centros deberán contar con "un plan de contingencia y actuación para la prevención de la epidemia por Covid-19 con objeto de garantizar una respuesta eficaz y segura ante nuevos brotes epidémicos" del coronavirus, así como disponer de "equipos de protección, material sanitario y limpieza suficiente".
Ha remarcado que, "antes de la apertura y admisión de usuarios al centro, para el cribado de personas vulnerables y grupos profesionales sensibles, se realizarán test rápidos a los usuarios y a los trabajadores", así como que el uso de la mascarilla será "obligatorio" entre los empleados.
También ha comentado, como recoge la orden, que no podrán incorporarse a sus puestos de trabajo en los centros trabajadores que estén "en aislamiento domiciliario por tener diagnóstico de Covid-19 o tengan alguno de los síntomas compatibles" con el coronavirus, o quienes, "no teniendo síntomas, se encuentren en período de cuarentena domiciliaria por haber tenido contacto con alguna persona con síntomas o diagnosticada" de dicha enfermedad.
Además, la orden determina también que "en los centros residenciales en los que se presenten casos positivos activos por Covid-19 no estarán permitidas las visitas ni los paseos", aunque, "si se asegura por la Dirección del centro la sectorización y el aislamiento adecuado, podrá valorarse conjuntamente con el departamento asistencial el levantamiento de esta limitación".
Asimismo, en el supuesto de que el centro residencial presente casos positivos activos por Covid-19, "las personas usuarias podrán voluntariamente regresar al domicilio habitual, pero no podrán retornar al centro mientras éste se encuentre en cuarentena", y "si la persona residente se encuentra en situación de últimos días, se permitirá un contacto más estrecho entre residente y familia".
El consejero ha defendido en su comparecencia que la atención sanitaria en las residencias a través de las enfermeras gestoras de casos fue "una de las primeras medidas" que adoptó la Junta de Andalucía en esta crisis sanitaria, y ha resaltado que en estos centros ya se ha impulsado una "tercera vuelta" de test de coronavirus a profesionales y usuarios.