Hay momentos en la vida en que miles de sentimientos nos invaden, la ilusión, el miedo, la esperanza, el dolor, la alegría. Y hoy podemos decir que experimentaremos todos esos sentimientos y más.

No ha sido un hecho aislado, ni de escasa importancia. Nadie ha permanecido ajeno, y todos lo hemos experimentado en sus diversas formas. Unos trabajando, dominando el miedo y la inseguridad, otros comiéndose las uñas, otros luchando en primera línea, otros tratando de ayudar. Nadie ha permanecido ajeno, y hoy, como ayer, miles de sentimientos nos invadirán a todos, y nadie permanecerá ajeno. [El Puerto entra en la fase 1 con una tímida apertura de terrazas y comercios]

Tras tantos días tenemos la oportunidad de volver a un atisbo de nuestras vidas. Unos con miedo al mañana, a un brote que de nuevo nos haga dar macha atrás; otros cautelosos, queriendo saborear los primeros pasos; otros de forma desenfrenada restándole importancia a lo sucedido.

Nadie se verá ajeno a lo que hoy pasa. Todos esos sentimientos tendrán un denominador común, y será que todos hemos compartido una experiencia.

La lluvia nos recuerda que hay cosas que están por encima de nosotros, nos recuerda que por mucho que hagamos si llueve, llueve para todos. Pero en pocas ocasiones el ser humano puede compartir algo con todos y cada uno del resto de los seres humanos. Y lo que está ocurriendo nos cala a todos.

Hoy comenzamos a tomar las riendas de nuestra vida, pero no podemos olvidar que hay acontecimientos que se escapan a nuestro control, no podemos perder de vista que lo ocurrido no está en nuestras manos, y que las medidas que tomamos frenan, hacen que disminuya, pero no paran ni eliminan la enfermedad.

Hoy debemos enfrentarnos a la mayor de las empatías, pues pensando como podemos pensar, cada cual, de forma distinta, hay algo que debe ser común para todos, el respeto hacia algo que sin saber cómo, nos puedo coger de la mano y arrastrarnos, pero, lo peor, es que a veces, tan solo puede que nos utilice para tomar a otros, cercanos o no cercanos. Respiremos, sonriamos, y seamos prudentes.