Cada cual podrá tener su opinión, pero aun así, si simplificamos al máximo el todo, nos daremos cuenta que un país no es más que una familia grande, que el mundo es igualmente una familia mucho más grande, y que como en toda familia, hay jerarquías. Por ello, debemos ser conscientes y partir de la base de que nos guste o no, quienes gobiernan ejercen una función, y nosotros otra.
Igualmente, quienes ejercen funciones se equivocan, aciertan, pueden errar el camino, pero para que todo funcione, no cayendo en el caos; es necesario seguir un camino.
De nada sirven alegatos, criticas o bulos que escatimen la autoridad, llegarán tiempos en los que como ocurre siempre, se pedirán explicaciones.
Ello me lleva a plantear que circulan bulos, desinformaciones, opiniones, máximas sobre la verdad verdadera, pero la única realidad es que con sus aciertos, y sus fallos, quienes en estos momentos dirigen la Nación son quienes ocupan la tarea de dirigir a esta familia. Y como ocurren en toda casa, a veces un hijo puede llevar razón, pero ni es el momento ni oportuno. Puede que no la lleve, pero desde la ignorancia o la inexperiencia se cree que sabe más que sus progenitores; o simplemente pueda que sea un revoltoso que no se piensa las cosas y va de trastada en trastada.
Por todo ello, lleven o no razón, respetemos, cumplamos y tratemos de que esta gran familia no se desuna por nada, ya el tiempo y el buen hacer ira colocando las cosas en su sitio, mientras tanto, quedémonos en casa. Buen fin de semana.