El voleibol juvenil del país se acerca a una importante etapa internacional. La selección sub-19 está terminando su preparación para la Copa Panamericana, que se celebrará del 24 al 28 de junio de 2025. Para este equipo, el torneo no es solo una competición, sino una prueba de madurez, el resultado del trabajo del sistema juvenil y una señal para futuras actuaciones internacionales. En la estructura de desarrollo del voleibol nacional, esta copa se considera una de las herramientas clave para la formación de una nueva generación de jugadores.

Programa de preparación y ciclo de entrenamiento

La preparación para la copa comenzó en abril con una concentración básica dirigida a la resistencia física y la forma general de juego. A continuación, el equipo pasó a la segunda fase: el trabajo táctico y la interacción colectiva. Durante mayo y junio está prevista una serie de partidos amistosos, en particular contra equipos juveniles superiores y equipos adultos de clubes. Esto permite a los jóvenes deportistas adaptarse a las velocidades características de un nivel superior. Muchos aficionados ya siguen estos encuentros a través de cuotas para vóley masculino y femenino, que reflejan las expectativas frente a cada enfrentamiento.

La composición del equipo se ha determinado en función de los resultados de torneos internos y pruebas abiertas. Se ha dado prioridad no solo a la destreza técnica, sino también a la madurez mental, la capacidad de trabajar en equipo y la disciplina. El cuerpo técnico subraya que el objetivo principal no es formar 12 individualidades, sino un equipo organizado y cohesionado.

Composición de la selección y su potencial

La Federación de Voleibol ha confirmado oficialmente las 14 jugadoras que viajarán a la Copa Panamericana. El equipo está formado por las jugadoras de voleibol más prometedoras menores de 19 años, que ya tienen experiencia en campeonatos juveniles y algunas incluso en partidos de la liga nacional. Según Ovación, la selección peruana U19 no logró superar a México en su más reciente presentación en la Copa Panamericana.

Entre las jugadoras más destacadas se encuentran:

  • María Alejandra S. (colocadora): capitana del equipo, destaca por su precisión en los pases y sus dotes de liderazgo.
  • Ana Lucía T. (diagonal): principal arma ofensiva de la selección, destaca por su potente golpeo y su estilo de juego agresivo.
  • Sabrina G. (líbero): rápida, con buena lectura del juego, salva regularmente balones difíciles.
  • Carla M. (central): tiene un alto porcentaje de bloqueos exitosos.
  • Michelle V. (receptora): versátil, juega tanto en ataque como en defensa al nivel de las mayores.

Cada una de las participantes ha seguido un programa de preparación individual, que incluye trabajo con un psicólogo, un nutricionista y un fisioterapeuta. Se trata de un nuevo estándar para las selecciones juveniles, que ayuda a reducir el número de lesiones y a mejorar la resistencia general.

Objetivos del torneo: el desarrollo, no solo el resultado

El cuerpo técnico lo afirma abiertamente: lo importante no es la medalla, sino la calidad del juego y el progreso personal de cada deportista. La copa es un paso intermedio entre el nivel nacional y la competición internacional. Es aquí donde las chicas podrán ver hasta qué punto están preparadas para la lucha real, donde cada set se decide en unos pocos puntos. Para quienes acompañan el proceso desde casa, vóley en directo con cuotas actualizadas ofrece una forma dinámica de vivir cada fase del torneo en tiempo real.

Se presta especial atención a la estabilidad psicológica. En el programa de la concentración se ha reservado un lugar especial para los entrenamientos en equipo, las técnicas de concentración y las simulaciones de presión en situaciones de empate. Esto no solo forma el carácter, sino que también permite dar un paso hacia la madurez mental necesaria para competir al nivel de la selección nacional.

La importancia de participar en la Copa Panamericana

Este torneo no es solo una fecha más en el calendario. Es una oportunidad para demostrar su valía ante los seleccionadores, los entrenadores de las selecciones absolutas y los clubes de otros países. Para la federación, es un indicador de la eficacia del programa sub-19, y para las deportistas, una ventana de oportunidades. De acuerdo con Panamericana, la destacada voleibolista Marina Scherer ha dejado Alianza Lima para continuar su carrera en la liga española.

Los últimos años han demostrado que las actuaciones a este nivel son un trampolín hacia la carrera profesional. Tres jugadoras de la actual selección absoluta comenzaron precisamente en la Copa Panamericana juvenil. Por eso, la motivación dentro del equipo es máxima.

El equipo sub-19 está listo para las pruebas de junio. La Copa Panamericana es una oportunidad para demostrar que el voleibol juvenil del país no solo está vivo, sino que también crece dinámicamente. Por delante hay rivales difíciles, partidos importantes y mucha emoción. Pero las jugadoras tienen lo más importante: confianza en sí mismas, el apoyo del sistema y la oportunidad de dejar su huella en un torneo internacional.