El ruedo de la Plaza Real vivió anoche una de las jornadas más emotivas de su historia reciente. Con motivo del 145º aniversario del icónico coso taurino, el Ayuntamiento de El Puerto, a través de la Concejalía de Plaza de Toros, organizó una gala homenaje dedicada a los banderilleros y picadores de la ciudad, pilares silenciosos pero esenciales de la tauromaquia local y nacional.
El evento congregó a cientos de personas, entre aficionados, toreros y representantes del mundo del toro, en una noche de reconocimiento y orgullo portuense. La entrega de diplomas a los homenajeados fue el momento central de una cita marcada por la emoción, donde se aplaudió la trayectoria de más de veinte hombres “de plata, azabache y oro”, referentes de la lidia desde la sombra.
La velada fue presidida por el concejal de Plaza de Toros, Carmelo Navarro, acompañado por los tenientes de alcalde Javier Bello y Jesús Garay, encargados de entregar los reconocimientos. También estuvieron presentes figuras del toreo como José Luis Galloso, Enrique Molina, Joselito de los Reyes, Alejandro Morilla, Daniel Crespo, y jóvenes promesas como Gonzalo Capdevila, Víctor Barroso y el becerrista Celso Ortega.
Entre el público también se encontraban el torero Luisito, representantes de asociaciones taurinas, veterinarios, autoridades civiles y militares, así como personalidades destacadas de la vida social y cultural de la ciudad. Santiago Guillermo Rosales Herrera, uno de los picadores homenajeados, tomó la palabra en nombre de todos, con un discurso cargado de agradecimiento y emoción.

Homenaje.
Durante el acto se recordó la trayectoria de nombres tan vinculados a la historia taurina de El Puerto como Pepe Álvarez, Miguete, Curro Macías, José Feria, José Antonio Femenía, José Luis Garrocho, entre muchos otros, que han paseado el nombre de la ciudad por las plazas más prestigiosas del país.
El concejal Carmelo Navarro destacó que este homenaje busca “dignificar la figura de quienes, desde la discreción, sostienen el toreo”, y abogó por que esta cita se convierta en tradición. Por su parte, Javier Bello cerró el acto defendiendo la fiesta nacional y el compromiso del equipo de Gobierno con la cultura, las raíces y las tradiciones de El Puerto.
La noche culminó con una fotografía de familia que reunió a todos los presentes en el ruedo, sellando un acto que, más allá del aniversario, sirvió para reivindicar el alma más auténtica del toreo: la que se forja con humildad, trabajo y pasión, desde abajo.