Este fin de semana, El Puerto de Santa María se convierte en punto de encuentro para la música independiente con la llegada de una nueva edición del Monkey Weekend, un festival que se despliega por rincones emblemáticos del centro histórico y que, año tras año, gana peso como escaparate de talento emergente.
La cuenta atrás comenzó este jueves en el Castillo de San Marcos, donde artistas, organizadores y colaboradores compartieron impresiones y detalles de esta edición, que fusiona música en directo con patrimonio, cocina local y propuestas innovadoras. Como novedad destacada, la antigua fábrica de harinas El Vaporcito se suma al mapa del festival, ofreciendo no solo conciertos, sino también degustaciones de pizza napolitana, en una original alianza entre arte sonoro y culinario.
Tali Carreto, uno de los impulsores del evento, subrayó que este Monkey Weekend servirá de antesala para el regreso del Monkey Week, que volverá a celebrarse en El Puerto tras casi diez años. “Ambos festivales comparten la misma alma: dar visibilidad al talento más fresco mientras se disfruta del entorno único que ofrece la ciudad”, explicó.
Además de los escenarios habituales, la Plaza del Castillo volverá a acoger conciertos gratuitos, mientras que otros puntos como la Sala Milwaukee y el propio Castillo de San Marcos albergarán citas destacadas dentro del ciclo Flamonkey, impulsado por la SGAE. Su director en Andalucía, José Lucas, señaló que esta iniciativa se presenta como una plataforma para nuevos creadores del flamenco, con nombres como Cantes Malditos (viernes, 22:00 h) o Rave Calé y Soleá Gatica (sábado, 22:15 h).
La atmósfera del festival se verá reforzada por la coctelería creativa del reconocido barman Juan Franco, que estará activo durante la tarde-noche del viernes y sábado, sumando un atractivo más a la experiencia sensorial del público.
El concejal de Cultura, Enrique Iglesias, celebró que El Puerto “vuelva a llenarse de vida con la cultura como hilo conductor”, y avanzó que “será un fin de semana inolvidable para vecinos y visitantes”. En la misma línea, el alcalde Germán Beardo valoró que la ocupación hotelera ya alcanza el 75% y destacó el impacto positivo del festival sobre el comercio local y la proyección de la ciudad.
El broche desenfadado lo pondrá, como es tradición, el karaoke de Los Jaguares de la Bahía, anunciado por el músico y productor Paco Loco, que invitó a “perder la vergüenza y celebrar la música en su versión más divertida”.