El Ayuntamiento de El Puerto de Santa María y la Hermandad del Rocío han firmado un convenio de colaboración destinado a fortalecer la cooperación institucional en el desarrollo de los actos y proyectos culturales que organiza la corporación rociera.
El acuerdo, rubricado por el alcalde Germán Beardo y la Hermana Mayor Rocío Espinar, no conlleva compromiso económico para ninguna de las partes y tendrá una vigencia inicial de cuatro años, prorrogable por periodos de dos años adicionales. Su objetivo es agilizar la organización de actividades y reforzar la promoción de las tradiciones y el patrimonio inmaterial portuense.

El alcalde Germán Beardo firmando el convenio.
Beardo ha subrayado “la importancia de mantener vivas las tradiciones que forman parte del patrimonio cultural de El Puerto, como la devoción a la Virgen del Rocío, una seña de identidad que nos une como pueblo”. El regidor ha destacado que este convenio “refuerza el compromiso del Ayuntamiento con la Hermandad del Rocío y con todas las iniciativas que contribuyen a conservar nuestras costumbres y nuestro sentimiento colectivo”.
Por su parte, Rocío Espinar ha agradecido el respaldo municipal y ha señalado que el acuerdo “ayuda a dar continuidad al legado devocional y cultural que tantas generaciones de portuenses han mantenido vivo a lo largo del tiempo”.
Un vínculo histórico con profundas raíces portuenses
La Hermandad del Rocío de El Puerto es una de las filiales más destacadas de Andalucía, reflejo del arraigo cultural y la devoción mariana de la ciudad. Documentos históricos confirman su existencia ya en el siglo XVIII, con sede en una ermita de la calle Santa Lucía n.º 9, donde se celebraban misas en honor a la Virgen del Rocío.
Tras un periodo de inactividad, fue reorganizada a mediados del siglo XX por un grupo de portuenses encabezados por Rafael Sevilla López. La primera misa de esta nueva etapa se celebró el 10 de mayo de 1958 en la Iglesia de las Pobres Capuchinas, siendo reconocida en 1959 como filial número 32 por la Hermandad Matriz de Almonte.
Actualmente, su sede canónica se encuentra en la Parroquia de San Joaquín, epicentro espiritual del movimiento rociero portuense. Cada año, la Hermandad protagoniza una de las manifestaciones más emblemáticas del calendario local con la Misa de Romeros en el Parque de la Victoria, antes de iniciar el camino hacia la aldea almonteña, en una peregrinación marcada por la emoción, la fe y la tradición.











