La Capilla de la Plaza Real de Toros de El Puerto de Santa María fue solemnemente bendecida en la tarde de ayer por el obispo de la Diócesis de Asidonia-Jerez, Monseñor José Rico Pavés, tras completarse los trabajos de restauración llevados a cabo en los últimos meses. Una intervención que ha permitido dignificar este espacio de culto, situado en el interior del coso taurino inaugurado en 1880.
Durante la ceremonia, acompañaron al prelado autoridades e invitados como el concejal delegado de la Plaza de Toros, Carmelo Navarro, el maestro José Luis Galloso, Antonio y Miguel Andrades, Francisco Martín Arroyo Moreno y Francisco Javier Borrás Suárez, así como el diácono permanente Juan Luis Izquierdo, actual capellán responsable de la capilla, que antaño dependía de la Prioral de los Milagros.
El espacio sagrado, que en 2013 fue trasladado del bodegón 38 al 37 como parte de una reordenación interna, ha recuperado su esplendor original gracias a la colaboración de particulares, profesionales y entidades comprometidas con su conservación. La restauración ha respetado su carácter histórico y espiritual, reafirmando su papel como lugar de recogimiento y oración más allá de lo puramente taurino.
Carmelo Navarro ha destacado la intención del Ayuntamiento de abrir la capilla al público como un lugar emblemático por su riqueza patrimonial y simbólica. La historia del oratorio se remonta incluso a antes de la inauguración de la plaza, albergando piezas originales que reflejan el alma de la tauromaquia portuense.
Situada junto a la sala de diestros y la enfermería, la capilla ha sido testigo de generaciones de toreros que acudían a ella a encomendarse antes de salir al ruedo. En sus orígenes, fue custodiada por las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl del antiguo Hospital San Juan de Dios, que permanecieron allí hasta 1958. A partir de entonces, Manuel Girón Ceballos y más tarde José Manuel Castillo Franco asumieron su cuidado con dedicación y respeto, perpetuando una tradición profundamente enraizada en la identidad local.