Ceses

Por J. Joaquín García-Romeu
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Llegó como ejemplo de rectitud, como la solución final, como el arma definitiva, pacificador recto y sin par, y al final, aun no sabemos si salió rana, si perdió el tricornio por el camino, o si le vinieron grandes los pantalones. [Cesado el intendente mayor jefe de la Policía Local de El Puerto, en una nueva reestructuración de la Jefatura]

Tampoco sabemos por qué, al menos mediáticamente, su paso por la Jefatura apenas se dejó notar, ninguna noticia destacada, ningún enfrentamiento, ninguna mediación, ni siquiera fuego cruzado.

Su actuación ha sido, sobre todo, cortés y profesional, una tenue pincelada de profesionalidad que deja buen sabor de boca, algo que no era lo que se pretendía. No se puede tachar de ineficaz. Y se marchará con el uniforme igual de impecable a como lo trajo el primer día.



Mi opinión personal es que confundieron la profesionalidad, ejemplaridad, honestidad, rectitud y equilibro del meritorio Cuerpo con el verde de chiste, de guantazo fácil, como el implacable Clint Eastwood de poncho, tricornio y puro, hombre de gatillo fácil que a golpe de Bic pondría en su sitio a los díscolos y malvados. No fue así,  y ni con unos ni con otros, ni con quien lo puso, ni con quienes no lo querían.

Creo que al final su comportamiento fue el que adelantó su cese, pues el arma letal vio que esa no era ni su guerra ni su misión, siendo preferible limitarse a hacer su trabajo sin salir al patio a vigilar las reyertas del recreo.

Lo cierto es que la tarea no es fácil, ni los elementos en cuestión tampoco. Lo cierto es que a veces la cuestión, cuando la cangrena pasa de la rodilla, es cortar a medio muslo, y para eso, no sirve, ni un enfermero ni un carnicero, es necesario un cirujano que corte por donde haya que cortar, da igual que sea con anestesia o sin ella.

En este caso, acudieron al hombre equivocado y sin que se pueda decir que uno no hizo su trabajo, ni que el otro pidió imposibles o ilegalidades. En este caso unos pensaron que contrataban a un pistolero y el pistolero resultó que era un Marshall sin marcas en su revólver.

J. Joaquín García-Romeu

J. Joaquín García-Romeu, nacido en Cádiz, es licenciado en Derecho por la Universidad de Cádiz. Ejerce como abogado en la localidad de El Puerto de Santa María y en Sevilla, actividad que compagina desde los años 90 con colaboraciones en el mundo de la prensa y con la publicación de libros como 'La última negra' (Ediciones Atlantis) en 2018.