En mayo, el mes de las flores, el mes de las elecciones, el mes donde todos los políticos sacaran las uñas y se sacaran los ojos y los colores. Y aunque algo lejano, ya se respira el ambiente en los medios.

Ya estamos acostumbrados a las campañas mediáticas, pero quizás, en los tiempos que corren, y con generaciones jóvenes que toman el relevo en la política, asistiremos al reinado de la encarnizada lucha en redes sociales, y en donde los videos personales y cortos serán la clave fundamental.

Algunos llevan ya tiempo haciendo su propia campaña, inundando las redes de videos en donde vende la gestión, y ello me demuestra que en todo hay dos tipos de personas.



El mejor ejemplo son los humoristas, los hay blancos, de un humor inteligente, en donde sin necesidad de ridiculizar a nadie, nos sacan una sonrisa, otros son soeces, necesitando del sexo bajuno para intentar hacer reír; también los hay crueles, aprovechando el defecto o la debilidad de otros para hacer el chiste fácil; y también payasos que más que hacernos reír nos hacen llorar.

En política llega el momento de vender los logros (dependiendo de quién gobierne puede vender o no sus triunfos, porque nadie vende sus fracasos, y ahora les toca a quien les toca); los habrá que en lugar de defender su programa se dedicaran a tirar por tierra al contrario, sexualmente por su condición, o buscando los defectos y los fallos para inflarlos y hacerlos ver mucho más grandes.

Algunos, en lugar de sacarle rédito a lo que en su momento hicieron, perderán el tiempo en tirar basura sobre toda la ciudad, y así, como siempre, volveremos a ver como en lugar de buscar soluciones se mentirá sobre lo bueno y lo malo hasta aburrirnos.

La cuenta atrás ha comenzado y desde el respeto que merece todo pensamiento político, mucho me temo que volveremos a sentir vergüenza, no de las siglas, sino que las personas que , con absoluta falta de respeto, mentirán, ensuciarán, y nos cansarán queriéndonos imponer una visión absurda de la realidad, pero dejando de lado lo que más importa, El Puerto.