Mucho se ha escrito, mucho se ha criticado, demasiado se ha especulado y no pocos se han beneficiado, sobre todo quienes han hecho campaña prometiendo un no es no a los aparcamientos, luego un no es sí y me la meto dentro, y luego un no es no pero bueno… dónde está Wally que no lo veo.
Al final, como siempre, lo mejor de la clase política, y todos entran dentro, es el arte de saber cómo sacarle rendimiento incluso a las mentiras. Pero si eso es lo mejor, lo mejor es la habilidad que todos tienen para darle la vuelta a lo que dijeron, para, cuando convenga, la misma mierda que les manchaba las manos dejarla en manos de otros.
La realidad, y eso no es política, es que finalmente la entrada de la ciudad parece cobrar sentido… bueno claro, que quienes quieran volverán a insistir en la decadencia del zar de Rusia que se compró un chalet en Ucrania siendo culpable de que los camellos de los Reyes Magos no tienen herradura, y eso… eso… NO SE VA A TOLERAR POR LOS SERVIDORES DEL MAGO BLANCO.
Pero como decía, a mí, que me levanto cada mañana a rendir cuentas al Altísimo, por si me muero, los dineros de los fondos FEDER me traen sin cuidado, la vigilancia de las pateras de Gibraltar menos; pero, aun menos, las campañas de los últimos ocho años de quienes diciendo que harían no hicieron y las de los próximos quince años, que a lo Groucho Marx, nos intentan convencer de que lo que hacen, que es lo mismo que ellos querían hacer, se hace de forma que no se debe hacer porque no es lo mismo hacer, sin hacer lo que debieron hacer pero haciéndolo de la forma que no se debe hacer, y eso de forma superclara con vídeo incluido.
El resultado final, que para algunos no cuentan, es una entrada, al menos, decente, algo que muchos no han tenido eso que les cuelga a algunos de hacer. Quizás fuera el momento, quizás se conjugarán los elementos, pero la realidad está presente, y ahora, ahora solo queda esperar las soluciones mágicas de los ingenieros con doctorado en gonodología para que nos ofrezcan las soluciones que pudiendo no adoptaron pero que son las más acertadas y no esa chapuza que El Puerto no se merece…