El concejal de Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de El Puerto de Santa María, David Calleja, subraya el alto interés despertado por el taller“Iniciación a la policromía: falso estofado. Una incursión a la pintura sobre dorado”, iniciativa incluida en el Programa de Actividades del Centro de Patrimonio Histórico y el Museo Municipal de cara a los meses de julio y agosto.
Calleja, que ha visitado la jornada inaugural, que ha tenido lugar este martes, 5 de julio, señala que el alumnado llenó las plazas el primer día en que se ofertaron y que el mismo sigue con mucho interés las enseñanzas impartidas por Juan José Delgado Aguilera, restaurador-conservador del Museo Municipal. El curso, de carácter gratuito, prosigue en la Ermita de Santa Clara los días 6 y 8 de julio, en horario de 11:00 a 13:00 horas y continúa con la dinámica establecida por el Museo de sensibilizar a los ciudadanos con las obras de arte expuestas.
El teniente de alcalde ha comprobado el agradable ambiente que se crea y el muy directo aprendizaje de los alumnos, apuntando que al tiempo que trabajan observan la pieza del mes del Museo, una pieza de policromía correspondiente a un Corazón de Jesús entronizado procedente de los talleres de Olot y fechado en los inicios del pasado siglo. Calleja agradece la gran acogida del curso, mostrando su deseo de que el resto de las actividades que se impartan tengan la misma acogida y apuntando que es una alegría encontrar entre los asistentes caras conocidas del mundo del belenismo o las cofradías, puesto que se imparte una práctica que se puede adaptar a diversas utilidades, así como retomar con normalidad la programación del área. El edil extiende el agradecimiento al profesor Juan José Delgado por su compromiso con el taller y a los demás técnicos de Patrimonio Histórico, destacando que las instalaciones de la ermita son magníficas y que las iniciativas que emprende el área municipal interesan a personas de todas las edades.
El restaurador Juan José Delgado indica por su parte que los alumnos aprenden cómo policromar las tallas con la técnica del temple al huevo, que se realiza, en lugar de sobre una talla, sobre una superficie ya dorada, aplicando el temple para posteriormente esgrafiar con un punzón blando, una vez el temple está seco, de manera que aflore el dorado que queda debajo.
Delgado Aguilera detalla que en el encuentro también se aprovecha para conversar sobre el Museo de la ciudad y en torno a la propia ermita que alberga la actividad, un inmueble que muchos de los alumnos han descubierto por vez primera. Tras un primer contacto con la técnica durante la jornada inicial, los alumnos afrontan en las dos siguientes tareas progresivamente más complejas, por lo que “la próxima vez que los alumnos observen una talla policromada”, explica Delgado, “lo harán de manera distinta”.