Bernardo Montoya, el único acusado por la agresión sexual y asesinato de la joven zamorana Laura Luelmo, reconoce "sin comas ni sombras" haber transportado su cuerpo y haber usado una manta para cubrirlo, según ha indicado este jueves su abogado, Miguel Rivera.

En declaraciones a los periodistas a las puertas de la Audiencia Provincial de Huelva, ha indicado que pese a mantener su inocencia respecto de la muerte -la cual achaca a una expareja suya que quedó excluida de la causa- y la agresión sexual, sí que reconoce que "usó la manta para cubrir el cuerpo y transportarlo", entendiendo que puede ser en ese momento cuando se transfieren sus restos biológicos al cuerpo de ella.

Rivera ha incidido en que lo que quedó claro el miércoles con la pericial de los forenses es que "no había semen en el cuerpo, solo restos biológicos y estos, a nuestro juicio, son confusos, pueden tener cualquier procedencia y no necesariamente hacen suponer de manera indubitada que hubo agresión sexual".



"Esa ambigüedad y esa procedencia difusa de los restos encontrados nos abre una puerta a la contradicción y a sostener nuestras tesis, al menos en lo que se refiere a ese aspecto", ha señalado el abogado, para añadir posteriormente que "el tema de la detención ilegal lo tenemos muy claro, lo que es ese cargo, tenemos bastante claro nuestras posturas".

El no poder demostrar que no hubo agresión sexual puede "coadyuvar en el tema de la prisión permanente revisable y con lo que hemos conseguido es más que suficiente para ratificar en nuestra postura".

Cuestionado por el hecho de que puede haber agresión sexual sin semen ha señalado que "es así, pero que en ese caso debe ser completado con otros elementos y factores que en este caso no se dan; las lesiones en el interior del cuerpo de esta chica pueden responder a muy diversas causas no tienen porque responder a muy diversas causas no tiene porqué ser procedencia humana y de una manera forzada", ha concluido. 

Cuarto día

El juicio contra Bernardo Montoya encara este jueves su recta final con su cuarta sesión, en la que se van a desarrollar las últimas periciales, que protagonizan agentes de la Guardia Civil.

La sesión ya ha dado comienzo y la comparecencia de estos agentes, un total de cuatro, se está llevando a cabo de manera conjunta, según han informado fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA).

Una vez concluya la práctica de la prueba, las partes personadas en el procedimiento presentarán sus informes finales, tras lo que el magistrado-presidente del juicio entregará el objeto del veredicto a los miembros del jurado popular, que se retirarán entonces a deliberar antes de hacer público su veredicto. Esto último se prevé que tenga lugar el viernes.

La sesión de este jueves sucede a una que contentó a todas las partes: la declaración de los forenses satisfizo a la acusación particular la cual considera que las pruebas contra Montoya son "contundentes" y a la defensa que considera que quedó claro que "no hay nada que lo incrimine por el delito de agresión sexual".

Hay que recordar que Montoya se enfrenta a una petición de condena por parte de la Fiscalía de 20 años de prisión por un delito de detención ilegal, 12 por otro de agresión sexual y prisión permanente revisable por un delito de asesinato; solicitud, esta última que también realizan la acusación particular que ejerce la familia de la víctima y la Junta de Andalucía, como acusación popular.