Este viernes, a las 13.15 horas, tuvo lugar de forma telemática un Pleno extraordinario y monográfico en el que se trató la reprobación del alcalde Germán Beardo, que finalmente no salió adelante por el voto en contra de Vox El Puerto, algo que se barruntaba ya desde ayer entre cruces de llamadas telefónicas y otros acercamientos entre uno y otro bloque.

Hay que recordar que se trataba de una convocatoria promovida por PSOE, Adelante El Puerto y el Grupo Mixto (conformado por Unión Portuense), que salió adelante con el apoyo de cuatro concejales del PSOE, dos de Adelante y uno por parte del Unión Portuense, cumpliéndose así el requisito de contar con el “sí” de una cuarta parte de los concejales que conforman la Corporación Municipal (25 en total).

Tanto PSOE, Adelante El Puerto y Unión Portuense, con sus portavoces Ángel Mª. González, Alejandro Gutiérrez y Javier Botella, respectivamente, expusieron en sus turnos de palabra sus quejas por la gestión del equipo de Gobierno PP-Cs, en una larga lista de recriminaciones ya conocida (Pozos Dulces, falta de presupuestos municipales, los problemas en la Jefatura, el impago de las subvenciones municipales, la situación de las empresas municipales, el conflicto abierto con el gerente de El Puerto Global, etc.).



Además, excusaron la necesidad de convocar este pleno de reprobación –nunca antes dado en El Puerto– por considerar que se trata de “un clamor popular”, tras la manifestación del pasado sábado convocada por la plataforma “Soluciones para El Puerto”, en la que según la organización se sumaron “más de 600 personas” –unas 500 personas según la Policía Nacional–, y 34 organizaciones y colectivos, muchos movidos por el mismo denominador común: el impago de las subvenciones municipales que llevan bloqueadas desde 2016 por la Intervención Municipal -precisamente cuando gobernaba el socialista David de la Encina con el tripartito de izquierdas- por no haber podido justificar las asociaciones debidamente los gastos realizados con dichas subvenciones.

Un momento durante el pleno celebrado de forma telemática.

Por su parte, Vox también fue muy crítico con la gestión realizada en estos dos años de mandato, leyendo la concejala Leocadia Benavente un escrito pasando revista a los incumplimientos y fiascos del gobierno PP-Cs, con la bajada de impuestos como una de sus peticiones. Aunque dicho lo cual, anunció su voto en contra a la reprobación por considerar que podría ser la antesala de una posible moción de censura en la que “la izquierda portuense podría hacerse con el gobierno” en detrimento de un alcalde del PP. Aunque el concejal y portavoz de Vox, Juan Carlos Sanz, quiso matizar que “no se trata de un cheque en blanco” su votación en contra de la reprobación, reclamando así al equipo de Gobierno que cumpla con las promesas electorales realizadas.

Por parte del gobierno local PP-Cs, el concejal y portavoz del gobierno, Javier Bello, tildó de “farsa y escenificación de la izquierda portuense este pleno” por tratar de hacerse con el poder mediante la crispación e iniciativas así, “una vez que no fueron capaces de sumar los votos necesarios en las urnas en las pasadas elecciones municipales”. Y por otro lado, tendió la mano a la oposición para “tender puentes” y trabajar “con todos y cada uno de los concejales por el bien de El Puerto”.

Cerró el pleno el alcalde Germán Beardo que en una conservadora y esperada estrategia no entró al cuerpo a cuerpo del debate, al igual que su socio de gobierno (Curro Martínez, concejal y portavoz de Ciudadanos). Beardo, en una breve exposición reconoció que algunas cuestiones se tendrán que corregir para hacer mejor la vida de los portuenses, pidiendo también más tiempo y paciencia siendo un mandato marcado por la pandemia de la Covid-19, y haciendo un guiño al concejal de Unión Portuense, Javier Botella, para colaborar y trabajar conjuntamente por la ciudad.

Finalmente, la reprobación no salió adelante gracias a los 13 votos en contra de PP, Cs y Vox, frente a los 12 de PSOE, Adelante y Unión Portuense.