Francisco Aurelio Dávila Rosso (Tribuna libre).- Muchos son los que aún hoy día, y pese a la realidad que se muestra ante nuestros ojos, continúan con sus luchas negacionistas y absurdas que no hacen otra cosa sino cabrear al personal, que tiene que ver como grandes ídolos de las artes musicales y escénicas sueltan por sus bocas las mayores barbaridades que se pueden oír en tiempos de pandemia.

Decir que el virus es una mentira, que las mascarillas no son necesarias y que la situación no es para tanto son algunas de las lindezas que estos personajes a los cuales me refiero sueltan sin compasión frente a los micrófonos de algún medio de comunicación o a través de las redes sociales y las plataformas responsables de su imagen pública.

Miguel Bosé fue uno de esos que hizo enfadar y mucho a la sociedad española con su discurso negacionista pero cuando parecía que las aguas se habían calmado, llega la célebre actriz Victoria Abril y hace lo mismo durante un acto con prensa. La propia entidad organizadora del evento se ha visto obligada a salir a desvincularse las palabras que tan torpemente dedicó la artista a la situación sanitaria actual y sus medidas.



Podemos, o mejor dicho, puedo entender  que haya muchas personas que no se crean los datos oficiales arrojados por el Gobierno en cuanto al número de contagiados por Covid-19, pero no puedo entender que se ponga en entredicho la gravedad del asunto, más aun cuando vemos cada día como están las urgencias y como personas que conocemos pierden a sus seres queridos debido a complicaciones que trae este virus.

“Todos vamos a cogerlo” -  es la frase que más se oye en la calle y que encierra una triste verdad y es que si la mayoría de la población seguimos aún si vacunarnos lo más probable es que esto solo pueda ir a más y que estemos muy lejos de erradicar el virus para siempre y que nuestros esfuerzos den sus frutos. La gravedad es innegable y estoy totalmente de acuerdo con aquellos que dicen que negarlo es faltar el respeto a todas aquellas personas que han perdido a algún familiar o que se ha visto gravemente enferma a consecuencia de la covid-19.

Más les convendría  a todos estos limitarse mantener sus carreras profesionales y no utilizar su fama y sus focos mediáticos para lanzar mensajes conspiranóicos que niegan la realidad.