La Junta de Gobierno Local celebrada esta semana en el Ayuntamiento de El Puerto de Santa María ha llevado a cabo la formalidad de anulación del acto de aprobación definitiva del proyecto de urbanización de Rancho Linares, que todavía no había alcanzado su eficacia, a fin de que el promotor subsane, como así se le ha requerido, el trámite medioambiental necesario para su culminación.
Dicho trámite consiste en la Autorización Ambiental Unificada (AAU), que el promotor está tramitando con la Junta de Andalucía, esperándose que esta diligencia se realice con agilidad ya que según el Ayuntamiento, toda la documentación necesaria para esta autorización ambiental estaba ya contenida en los documentos que componen el Proyecto de Urbanización que ha tramitado el Ayuntamiento hasta ahora. De hecho, “es una cuestión más formal que de contenido”, aseguran.
En cuanto al instrumento de planeamiento, el proyecto de urbanización de Rancho Linares procede de la modificación del Plan General de Ordenación Urbanística de El Puerto de Santa María en el ámbito de los sectores PP-CN-4, PP-CN-5 y SGEL-9-SUP-2 Rancho Linares, aprobada por Orden de la entonces Consejera de Obras Públicas y Vivienda de la Junta de Andalucía, de 26 de mayo de 2011, que fue objeto de un Estudio de Impacto Ambiental y de su correspondiente Declaración Favorable, y que eran en aquel momento los instrumentos ambientales vigentes en la Comunidad Autónoma de Andalucía.
Conviene recordar que venía del PGOU del 1992 que preveía el uso industrial para prácticamente toda la parcela, salvo una esquina cerca de la carretera para zona verde.

Rancho Linares en una fotografía de gentedelpuerto.com
Se realizó la citada modificación puntual del plan del 92 con todas las autorizaciones, informes favorables y legislación aplicable conformes, para reconvertir el uso industrial excesivo en residencial (70% VPO), equipamientos y zonas verdes.
Cuando un proyecto se dilata en el tiempo, como éste que proviene de una innovación del PGOU del 92 iniciada en el año 2010, siendo un planeamiento incorporado al actual plan vigente, y debido a la cambiante normativa medioambiental, resulta lógico que haya que ir adaptándolo a los nuevos trámites que la Ley obliga.
Conviene recordar también que se trata de un Suelo de 241.000 m2 de ámbito, de los que casi el 70% se ceden a la ciudad. Si le añadimos el viario (un 10%) es una unidad que cede al ayuntamiento casi el 80%, quizás la que más ceda de todas.
Sólo el 18% es suelo lucrativo, del cual el 70% es para viviendas de VPO que desde luego no se localizan en la Pinaleta. Es un sector con una carga urbanística muy importante en dotación de zonas verdes, equipamientos y Sistemas Generales que redundarán en beneficio general de la ciudad.
Si se ven las fotos aéreas, aseguran desde el Consistorio portuense, lo que se cede al Ayuntamiento coincide “con la mejor parte de la vegetación y la Pinaleta”. La parte más vacía, al fondo es la que se construye en un desarrollo previsto a 10 años vista. Precisamente dado el interés forestal de la zona hay más de un 45% del ámbito donde no se actúa protegiendo su valor paisajístico.