"No importa cuán estrecho sea el camino,

cuán cargada de castigo la sentencia.

Soy el amo de mi destino;

soy el capitán de mi alma".

(Walt Withman).

Una vez leí que este poema fue el remo que impulsó a Nelson Mandela para no decaer y seguir luchando cuando estaba encarcelado.

Tal vez ahora todos deberíamos encontrar uno de esos remos que te ayudan a avanzar. Un punto de apoyo en el que fijar la mirada, para  seguir caminando sin pensar en cuán estrecho es el camino.  Un horizonte que consiga que olvidemos esta sentencia cargada del castigo de una pandemia, contra la que si hay algo que sabemos, es que tenemos que luchar juntos. Pero también individualmente.

Y es que cada uno debe ser el amo de su destino porque sólo controlando a nuestro propio destino lograremos salvarnos todos. Un destino que sólo alcanzaremos remando a contracorriente.

Atravesando las aguas bravas con la fuerza que te da saber, que un poquito más abajo hay un lago cristalino en el que podremos soltar los remos, levantarnos en la barca  y gritarle al universo:

¡Ahora sí! ¡Ahora!

¡Soy el capitán de mi alma!

 

Sobre la autora: Sofía González. Autora de la novela "Si a vuestra voluntad yo soy de cera".